noviembre 21, 2024

Sanación emocional, un camino de aprendizaje y crecimiento

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Orlando Linares López

Una pérdida tiene que ver con cualquier acontecimiento que provoca una sensación de vacío y vivir este tipo de experiencias afecta las emociones y genera dolor.

Si bien, las pérdidas también son acontecimientos necesarios para fortalecer al ser humano, muchas veces se requiere de ayuda para superarlas y asimilar que nada es para siempre y que, ni las situaciones que nos gustan, ni las que nos fastidian, ni los seres que amamos o las cosas que poseemos, estarán siempre a nuestro lado.

Éste -dicen los especialistas- es uno de los aprendizajes más difíciles a lo largo de la vida y cada persona tiene diferente grado de resistencia o capacidad para superar pérdidas o circunstancias difíciles y/o traumáticas, por ello el tiempo de recuperación o sanación es variable.

Un duelo derivado por la muerte de un ser querido, por ejemplo, puede requerir diversas herramientas, procesos o etapas para sanar.

Especialistas refieren que el duelo involucra un proceso de adaptación emocional a vivir sin aquello que se ha perdido y que puede conducir a emociones como: ansiedad, inseguridad, ira, tristeza, angustia, miedo, desesperación u otras sensaciones que lleva tiempo comprenderlas y, sobre todo, manejarlas.

En ese transcurso, lograr la sanación emocional puede agilizarse con apoyo terapéutico que permita aceptar, comprender y autorregular esa condición que hiere y restringe el bienestar.

En el entendido que las heridas emocionales forman parte del crecimiento y resiliencia del ser humano, es trascendental admitirlas y reconocerlas, pues ello permite resignificar los acontecimientos de la vida y genera un sentido positivo a las nuevas experiencias cotidianas. Lograrlo, a veces requiere apoyo para que las afectaciones no vayan más allá del deterioro de la condición y salud personal.

Lamentablemente, los mexicanos no damos importancia a la salud mental. En general, este tema se oculta o se minimiza; en el mejor de los casos se busca atención psicológica cuando se enfrenta una crisis; en muchos de esos casos, las herramientas o habilidades para mantenerse bien ya no son suficientes. 

Las estadísticas indican que en México el 90% de las personas piensan que pueden superar sus problemas de salud mental solos. En consecuencia, al menos siete de cada 10 mexicanos que requieren ayuda psicológica para tratar sus problemas de salud mental no la reciben.

Los problemas de salud mental y manejo de emociones no hacen distinción de género ni edad, y se presentan en hombres y mujeres casi en la misma proporción, aunque, el género femenino es más propenso a sufrir depresión y ansiedad, mientras que en el masculino hay mayor tendencia a problemas conductuales y de adicciones.

Si muchas personas no acuden a consultas psicológicas porque creen que quienes van a terapia es porque están “locos”, más se sorprenderán al saber que la tanatología -que etimológicamente significa “tratado de la muerte”- es otra opción con bases científicas, que ayuda a superar las pérdidas con sabiduría y responsabilidad. En la óptica de la tanatología, desde la muerte de un ser amado, una mudanza, terminar una relación, quedarse sin empleo, o muchas otras que ocasionan vacío, generalmente provocan temor, tristeza, enojo y mucho dolor; en esas condiciones contar una guía para cerrar cada ciclo de forma sanadora, es una forma de autocuidarse, valorarse a sí mismo y retomar el significado de lo que se vive para hacer de ello un proceso de aprendizaje y un camino para crecer.

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