¡Arrancan!

“Para uno que madruga, hay otro que no se duerme”.
Refrán popular

La supuesta irreversibilidad en el resultado para la contienda a la Presidencia de la República este 2024 pudiera no ser tan sólida como los partidarios de Morena suponen. Las encuestas, según lo expresado por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador y su grupo de seguidores, dan el triunfo a Claudia Sheinbaum por una diferencia abismal que incluso les permitiría, hasta con una mano amarrada, zarandear a sus oponentes.

Si esto es así, entonces ¿por qué las diatribas presidenciales se han incrementado en los últimos días, cuando faltan tan solo 24 horas para que arranquen ya oficialmente las campañas electorales en nuestro país? Bueno en realidad la campaña de la morenista arrancó el 12 de julio de 2021 cuando López Obrador dijo en la capital de su estado natal que “Yo soy el destapador y mi corcholata favorita será la del pueblo” y así fue, unos días después nombró a sus candidatos, sabiendo en realidad desde el principio cuál de ellos era su favorito, iniciando así las campañas que violaban a todas luces el marco jurídico nacional.

“Haiga sido como haiga sido” como refiere el clásico, a partir de mañana viernes, primero de marzo, inician oficialmente las campañas en un marco por demás complicado, ruptura de reglas avaladas y patrocinadas por el propio mandatario nacional y una violencia sin freno que agrega dos precandidatos más asesinados, con lo que suman ya 19 víctimas en esta jornada que todavía no comienza formalmente. Y mientras el presidente declara su intención de visitar en este tiempo electoral todo el país, violando nuevamente la ley, la guerra por diseminar números telefónicos no hace sino abonar a la ya de por sí descompuesta lucha política en el país.

Desde que inició su gestión gubernamental, la 4Tha privilegiado el descrédito, la calumnia, las fake news y la diatriba, como medios para polarizar la opinión pública y sembrar el encono entre sus habitantes. Tal y como lo hizo en el pasado, AMLO apuesta al caos como moneda de cambio, antes fueron la toma de pozos petroleros, la apropiación de la avenida reforma, por citar algunos, ahora, el declarar que la autoridad moral (la suya por supuesto) está por encima de la propia ley es un asunto delicado que podría provocar un caos social, como lo asegura el arzobispo de Guadalajara, cardenal Francisco Robles Ortega.

Las dos candidatas contendientes, el otro no es sino palero del sistema, inician sus campañas cuesta arriba, la oficialista, sin que nadie le crea su autonomía, cuando solo responde con obediencia, disciplina y silencio a lo que le marcan desde Palacio Nacional pero que el Sistema le apoya y va, dicen ellos, a la delantera. La otra, una mujer entrona, que lucha no contra Sheinbaum precisamente, sino contra el Presidente de la República, orquestador del proceso mismo y que está dispuesto a asumir el costo que sea con tal de mantener su hegemonía.

Así pues, las campañas que concluyen dos días antes de la elección del 2 de junio, será una lucha ardua donde esperemos que la oposición privilegie las propuestas (de los oficialistas, ya nos dijeron, solo podemos esperar más de lo mismo). La ciudadanía está cansada de la inseguridad y ello debe traducirse en planteamientos claros, seguros estamos de que la tónica de violencia seguirá in crescendo, acusaciones, persecuciones y violencia, lamentablemente la violencia, ese flagelo al que AMLO dio entrada y que ahora, en su etapa final, como ha quedado demostrado, ya no controla.

Hace unos días Lorenzo Córdoba, durante la marcha por la democracia, que tantos berrinches provocó en Palacio Nacional, argumentó que es hora de dar la batalla por defender el orden de la democracia pluralista que en las últimas décadas hemos construido. No podemos permitir, dijo, se tome por asalto la Constitución que es patrimonio de todos los mexicanos. Tal tarea, sugirió, debe hacerse con planteamientos que dejen de lado la descalificación y los insultos, con una marca clara de civilidad. ¿Podremos estar a la altura para conquistar esa meta sin caer en el chiquero al que nos invitan a revolcarnos a diario?

Eso lo veremos a partir de este 1 marzo.