Luis Sunderland Méndez
X@LouSunderland
23 de febrero de 2024
Miles de mexicanos en más de 110 ciudades de la República y en otros países, salieron a manifestar el pasado domingo 18 su rechazo contra el obsesivo intento de López Obrador de destruir nuestra democracia que tanto dolor, trabajo y sangre nos ha costado a los mexicanos tener, la cual no es perfecta, pero si nos ha permitido durante más de 20 años tener la certeza de que podemos ir a las urnas y que nuestro voto cuente. Que si tenemos una diferencia con alguna autoridad o con algún otro ciudadano, hay quien nos defienda a cabalidad. Que todos seamos considerados iguales ante la ley.
En el plantón que tuvimos frente a Palacio Nacional, había una gran cantidad de miembros de la clase media, pero también había gente que aspira a ser parte de ella y que de igual manera no solo protestó ante estos intentos antidemocráticos del presidente, sino que coreó junto a los demás los diferentes dichos que la gente grito con absoluta espontaneidad y libertad. Es difícil saber la cantidad de ciudadanos que nos juntamos, la verdad es que prácticamente no nos podíamos mover, porque la plancha del Zócalo estaba completamente llena. Pienso que si se llegó a juntar a cerca de 700 mil personas sobre todo si se toma en cuenta a los que lo hicieron en otras plazas.
Ni López ni Batres escucharon bien lo que la gente les grito, no contaron bien la asistencia al plantón. Tapar el sol con un dedo es parte de su manera de ser, soberbia e improvisada, eso lo podrá llevar a una derrota el 2 de junio.
La oposición tiene ahora otros problemas que enfrentar, bien lo dijo Xóchitl el martes en su registro de candidatura frente a Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE –Presidente López, saque usted las manos del proceso electoral-, mientras él no deje de comportarse como el coordinador de la campaña de Sheinbaum, todo se entorpecerá para ambas candidatas, sobre todo para Sheinbaum que no encuentra la forma de evadir las imposiciones que su jefe le marcó y lo que acuerde con las diferentes organizaciones de todo tipo, quedará en el limbo, porque todo parece ser que López la maneja completamente.
En la casa de enfrente, Xóchitl Gálvez debe olvidarse ya de dirigirse a López y solo dedicarse a contender con Claudia Sheinbaum. Que sea Xóchitl la que lo ignore y así, sacarlo del proceso, él no se va a ir solo. Su único contendiente es la corcholata y no el destapador. Sobre el otro candidato anaranjado, él ha escogido a la Coalición Fuerza y Corazón por México como enemigo a vencer, pues ahí se verá que tanto ruido hace y en su momento se decidirá que decirle. Al final, Jorge Álvarez Máynez, ya se definió como aliado de la Sheinbaum. Estando Dante Delgado detrás de él, no sería posible esperar otra cosa.
Cada día tanto el presidente como su candidata cometen más errores y lo único que consiguen es aumentar el rechazo de la gente que añora que este año se vaya la 4t fuera del gobierno. Todas las mañanas López con su sola expresión demuestra su estado de ánimo, esta entre furioso y preocupado. Incluso la señora Sheinbaum le pasa lo mismo. Ella no sonríe, hace una mueca. La traiciona su subconsciente; como le pasó el mismo domingo 18 que se registró y que cometió un desatino muy grande, calificar a los asistentes al plantón de falsos, hipócritas y promotores de fraudes electorales.
La candidata de la 4t solo le habla a sus seguidores y no trata de conquistar a los que no lo son, a ellos los insulta y eso que son la mayoría. En fin, es cuestión de estilos, pero el suyo demuestra su intolerancia, su autoritarismo y falta de tino político, su temperamento es más desagradable que el de su jefe.
Todavía no inician las campañas y ya se cuentan 19 candidatos de diferentes partidos asesinados. Esto es verdaderamente escalofriante, porque pone de manifiesto que ni al INE y los del gobierno federal o estatales, no les importa la seguridad de la gente. Tampoco le dan importancia a como se ha ido alejando la posibilidad de que las elecciones se lleven a cabo como un ejercicio cívico, democrático en paz y con tranquilidad.
Lo más preocupante son las fuerzas armadas, ¿se comportarán institucionalmente, con respeto a la Constitución? O de plano ya están tan comprometidos con la 4t, que no respetarán el muy posible triunfo de la oposición. Pero esto lo comentaremos más adelante.