El problema es cuando se desvía el dolor emocional llegando a autolesionarse, nunca se enfrentará a ese dolor emocional y por lo tanto, nunca va disminuir su intensidad por lo que regresa y regresa
Alma R. Bernal Trujillo / @AlmaBer03976513
Sí se puede vivir sin autolesión, toma tiempo, apoyo, paciencia y cariño a uno mismo y de los seres queridos pero es posible. Dejar de autolesionarse es difícil y requiere reflexión y preparación; será importante aprender a identificar y manejar las emociones, así como hablar y entender los eventos que, como traumas o situaciones dolorosas, subyacen a la autolesión. Esto es lo que permitirá no tener que recurrir a la autolesión o a otras conductas de auto-daño.
Identificar lo que sentimos
Todos tenemos pensamientos, recuerdos, creencias o eventos que suceden y que son excesivamente dolorosos. Cuando esto sucede, tenemos que enfrentarlos, sentir y tolerar el dolor emocional que provocan para así manejarlos de una manera positiva. No todos hemos desarrollado habilidades para lograr esto y cosas como conductas de auto-daño tales como la autolesión.
El problema es cuando se desvía el dolor emocional haciéndose daño a uno mismo, nunca se enfrentará a ese dolor emocional y por lo tanto, nunca va disminuir su intensidad por lo que regresa y regresa, lo que hace que la persona que lo vive siente que se tiene que seguir cortando, quemándose o golpeándose.
Para vivir sin la autolesión se tiene que hacer frente, cara a cara, con el dolor; se aprende a sentirlo y a tolerarlo. Se tiene que enfrentar poco a poco con los eventos que han llevado al paciente hasta este momento.
Hablar de los miedos, temores vergüenzas, coraje, tristeza, le quita al dolor emocional esa fuerza que hunde. Poco a poco se vuelven recuerdos del pasado y no enemigos del presente.
Hay dos formas de abordar el tema: en persona o por escrito. Si es en persona, se debe elegir un lugar privado y un momento en calma, asegurarse que haya tiempo suficiente para abordar el tema con tranquilidad y sin interrupciones.
Si es por escrito, se puede escribir lo que se siente y entregárselo a la persona para esperar a que termine de leerlo y después poder platicarlo. Si es a través de correo electrónico, es recomendable que después de mandarlo se comuniquen entre sí, ya sea por chat o por teléfono.
Si son de las personas a las que les cuesta trabajo iniciar una conversación, aquí les comparto unos tips para poder hacer frente a esta situación
Guía para empezar la plática:
- Aceptar y afirmar que existe el dolor.
- Explicar que no se sabe cómo expresar ese dolor emocional pero que se está haciendo el intento.
- Compartir de dónde se piensa que viene ese dolor emocional.
- Reconocer que no se han encontrado formas positivas de hacer frente y parar el dolor.
- Compartirle a la contraparte que el dolor emocional es tan intenso que, para calmarlo, se hace daño físico.
Después de esta charla, es probable que la persona tenga que asimilar la información. Hay que darle tiempo y se le pide que se avise cuando esté listo para seguir hablando, a partir de ese momento, la conversación comienza a fluir sola.
Es común, que el escucha esté asustado por no saber qué decir o qué pensar, este es un buen momento para sugerirle leer sobre el tema para después platicarlo.
Tener los siguientes consejos en mente cuando se habla del hecho de autolesionarse, ayuda a que la conversación fluya:
Tener los siguientes consejos en mente cuando se habla del hecho de autolesionarse, ayuda a que la conversación fluya:
- Hacerlo ver como natural en la forma de abordar el tema (no juzgar).
- Recordar que puede ser igual de difícil escucharlo como para decirlo.
- Es común, que la persona se pregunte por un lado qué hizo malo o cómo podría haber impedido que se autolesionara la otra persona y por otro lado, condene la conducta.
- Proporcionar mayor información que se pueda.
- Mostrarse dispuesto para contestar las preguntas. Posiblemente deberá ser educado al oyente sobre la autolesión.
- Animar al otro hacer cualquier pregunta que pueda tener.
- Conviene tener una buena idea de lo que se quiere hacer en canto a la autolesión.
Se recomienda tener cuidado con lo siguiente:
- No usar la conducta de autolesión como arma de castigo.
- No comenzar a culpar a los demás por la autolesión.
- No es necesario sacar a la luz los otros temas perturbadores en la primera conversación.
Prepararse para vivir sin autolesión
Tomar la decisión de dejar de autolesionarse es únicamente de la persona que lo sufre y es difícil de tomar. Es una decisión que hay que considerar, tomándose todo el tiempo necesario antes de que este decidido a vivir una vida sin cicatrices y moretones. Si la persona no se siente listo, se puede les puede ayudar a controlarlo.
La siguiente lista sugiere cuales son las mejores condiciones para contemplar una vida sin autolesión:
- Tener una red de apoyo emocional sólida.
- Hay por lo menos dos personas a las que les puedo hablar si me quiero hacer daño.
- Puedo platicar de la autolesión sin sentirme muy incómodo, con al menos tres personas.
- Tengo una lista de al menos 10 cosas que puedo hacer en lugar de autolesionarme.
- Tengo un lugar a dónde ir si tengo que salir de mi casa para no tener que hacerme daño.
- Siento la confianza en mí mismo de poder deshacerme de los utensilios que uso para hacerme daño.
- Ya le dije a por lo menos dos personas que voy a dejar de autolesionarme.
- Estoy dispuesto a sentirme perturbado, asustado y frustrado, y tolero sin dañarme.
- Tengo confianza en mí mismo de que puedo pensar en hacerme daño sin tener que actuarlo.
- Quiero dejar de hacerme daño.
