Luis Jaime Sunderland López
Psicólogo
¿Vives en tu zona de confort? ¿Te interesa salir de ella? ¿Crees que hay ganancia al salir de tu zona segura?
Estas son preguntas que se intentaran responder en el siguiente artículo, aunque antes es necesario mencionar lo que significa vivir en tu zona de confort. Para la psicología, la zona de confort hace referencia a un estado mental donde la persona utiliza conductas de evitación del miedo y la ansiedad en su vida diaria, utilizando un comportamiento rutinario para conseguir un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo, es decir, con el “piloto automático”. Esto significa que la persona siempre utiliza estrategias, conductas, actitudes y pensamientos que lo hagan sentir seguro y que no está en ningún riesgo ya que conoce esa esfera y se esta con todo bajo control.
Lo peligroso de esta zona es que la persona que vive en ella se convierte en una persona pasiva, apática y con un serio vacío existencial que le impide tener crecimiento personal al no tomar riesgos y solo tomar caminos conocidos, aunque ese camino le produzca ansiedad y depresión en algunos casos severos. Debemos tomar en cuenta que se siente una falsa sensación de bienestar, pero esto es por no sentirse expuesto ya que este bienestar no viene de satisfacción y si de la ausencia de emociones negativas como la incertidumbre o la inseguridad al refugiarnos en nuestro entorno conocido. La zona de confort también es trabajar en algo simple en un entorno seguro sin querer promocionarse, o mantener una relación que da seguridad a pesar de estar a disgusto.
Afortunadamente hoy en día hay conductas y actitudes que nos señalan si estamos en esta zona de confort que al conocerlas se puede empezar a hacer algo al respecto para salir de ella y empezar a sentirnos mejor poco a poco.
- Desmotivación que nos impide crecer emocional y productivamente.
- Vivir inmerso en la misma rutina todo el tiempo y con miedo permanente a tomar algunos riesgos en cualquier ámbito.
- Sensación de aislamiento, vivir solo sin atreverse a iniciar el contacto social.
- Sensación de tristeza y soledad, que en casos más graves puede llevar a la depresión.
- Sensación de que la marea es quien lleva la vida.
Afortunadamente hoy en día hay estrategias para salir de esta zona de confort, aunque debe estar con la disposición de salir de ella. Se debe estar consciente que en ocasiones es difícil salir solo de esta zona. Las estrategias más importantes son acudir a un terapeuta profesional, pedir ayuda a un familiar o amigo significativo ya que se debe confrontar con algunas emociones negativas como son el miedo, tristeza, vergüenza y algunas otras emociones que son complicadas de validar si no se cuenta con la inteligencia emocional adecuada para afrontar esta lucha ya que lo que se busca es que se tenga autoconfianza para combatir la incertidumbre, incomodidad y las excusas que se ponen para volver a su estado de comodidad y zona de confort.
Al salir de nuestra zona de confort se comienza a tomar conciencia de nuestras emociones y así logramos tener estrategias para trabajar con la ansiedad que estos cambios generan. Es todo un reto, pero vale la pena intentarlo ya que como dicen por ahí …. “La vida comienza cuando termina tu zona de confort”.
psic.luissunderland @gmail.com
Especialista en adicciones