Alejandro Evaristo
La basura se ha acumulado a un costado de la puerta y el polvo cubre cualquier tipo de superficie ahí dentro. Es un sitio vacío de seres humanos con apenas espacio para el recorrer del tiempo y un poco más para la luz cuya ocasional llegada permite visibilizar las carencias y, quizá, los complicados trazos de alguna tela de araña ya muerta.
Todos los senderos han sido borrados por ocasionales ventiscas y no hay en pie señalamientos para poder determinar la dirección correcta.
No hay forma de llegar ahí, al menos no en un primer intento…
***
Una enorme arcada de piedra ha sido dispuesta para dar la bienvenida. Las baldosas, los muros, cada resquicio entre uno y otro de sus componentes es reflejo absoluto de la pureza en las formas, los rasgos y las características.
Las contadas entidades presentes van y viajan de un punto a otro sonriendo ante la visión de una naturaleza desposeída de argumentos. No los necesita. Es porque así ha sido desde antes, cuando el sol estaba en proceso y la luna aún dormía en el imaginario de un vacío solitario, oscuro y rebosante de ausencias.
- No pienses en eso. Ahora tenemos un enorme jardín y flores de color para tus ojos. Te ofrecemos el olor de la tierra humedecida y el trinar de toda una gama de eso que ustedes llaman aves. Mira. Aquí hay una sonrisa, tómala, es para ti…
- Pero sigue lloviendo…
- Claro, ¿cómo podríamos ofrecer este espectáculo si no fuese así? No te preocupes, pronto pasará y podrás salir a regocijarte en la hierba, jugar un poco con los otros y disfrutar millones de caricias como esta…
- ¿Y si no lo quiero?
- Siempre tendrás la oportunidad para elegir. Sea cual sea, tu decisión determinará cada uno de los siguientes capítulos y el tamaño de tus pasos. Nadie excepto tú tomará la responsabilidad para avanzar…
- Entiendo, pero ¿avanzar hacia dónde exactamente?
- A la respuesta…
***
La madrugada sigue su curso y arrastra consigo un amanecer a regañadientes. El infinito de la noche ha sido puesto en entredicho y los primeros rayos están empeñados en serlo aun cuando hay evidencia de un poco más.
Todos los compromisos están rotos en este momento, nadie puede atestiguar su existencia y tampoco hay alguien con la cordura necesaria para rechazarles. Es como una especie de agujero negro, ese monstruoso ser de la física capaz de engullir todo y a todos porque hay leyes apenas explicadas para darle algún tipo de sentido a nuestros miedos…
- ¿Entonces es cierto?
- ¿Qué?
- Eso, que no importa lo que hagas el sol siempre va a volver
- Tal vez…