“Al hombre pecador, la puerca le pare perros”
Refrán español
Carlos Mota Galván / @CarlosMotaG
En el resultado de la “encuesta” con su militancia que el partido Morena llevó a cabo para designar a quien coordinará la defensa de la transformación de México, lease candidato a la contienda presidencial para 2024, no hubo ninguna sorpresa, la ungida fue, como se supo desde antes de iniciar dicho proceso, Claudia Sheinbaum Pardo, quien pese a las graves anomalías denunciadas por Marcelo Ebrard, y quien pedía se repusiera el proceso, fueron descalificadas por los “organizadores”, al considerar que si se presentaron, estas son insuficientes para revertir el proceso.
La favorita del Presidente, aún cuando mostró grandes limitaciones para ocupar esta candidatura, se mantuvo por el capricho de la dedocracia y por el aparato puesto a su disposición en el objetivo presidencial. De nada sirvieron a Marcelo los gritos y sombrerazos que lanzó. Todo apunta que tendría que abandonar este partido por lógica elemental, aunque tal determinación dijo, lo anunciará hasta el lunes próximo. No obstante, muchos de sus seguidores comentan: el naranja le sienta bien.
Esta pelea de perros que se llevó a cabo en la recta final de la contienda entre las dos cartas fuertes morenistas, era de esperarse, Marcelo quizo enamorar al Presidente con la propuesta de incluir al junior en su posible gabinete; sin embargo, ello no tuvo eco pues la decisión la había tomado con mucha antelación por la persona que le posibilita acuñar un nuevo maximato en la política mexicana, siendo él quien lo encabece, por supuesto.
Siendo objetivos en el análisis, el ex canciller es sin duda mejor candidato que la exmandataria capitalina, entonces, cabría preguntar: ¿Por qué se inclinó la balanza por Sheinbaum? ¿Fue nuevamente el ego presidencial? Andrés Manuel, sabemos, no está conforme con lo obtenido, su apuesta es seguir dirigiendo el país trans-sexenalmente. Aquí no importa el riesgo, AMLO piensa que solo él puede guiar el barco, no es Claudia, no es Marcelo, es él y solo él quien importa, y para ello, él está dispuesto a seguirse sacrificando por “la causa”.
El chiquero que armaron y en el cual se regodearon llenos de lodo en la ceremonia donde Mario Delgado, su presidente, dio a conocer “sus” resultados los que calificó como inéditos e históricos en “la democracia” nacional, y donde esta vez a él correspondió volver a la carga contra el proceso del Frente por México, a quienes calificó de transas (sic). El cinismo, algo ya aparejado a Morena, volvió a hacerse presente en el discurso partidario. Por cierto, que cosa tan curiosa, el partido que ha criticado tanto al INE y que pugna por ser ellos (gobierno) quien vigile y califique las elecciones, tal y como sucedía en el pasado, no pudieron sacar adelante un proceso interno sin ocultar sus manejos turbios.
El que debe andar de muy buen humor es sin duda Dante Delgado, presidente de MC, quien pese a que no se ha oficializado, por fin vislumbra un candidato fuerte para competir por la Presidencia del país: Marcelo Ebrard Casaubón; y aunque todo indica que competirían disminuidos (su fuerza mayor está en Jalisco y al parecer no irían con ellos) no podrán siquiera acercarse a Morena o al Frente; sin embargo, ahora Dante tiene la justificación que buscaba para seguir trabajando a favor de AMLO, sin que las apariencias lo involucren como otro operador del Presidente.
Así pues, la contienda esta armada, Xóchitl VS Claudia. Si nos atuviéramos a las características de las contrincantes no habría duda, Xóchitl lleva una gran ventaja pese a que aún en las estadísticas marcha atrás. Hay que recordar que, en tanto, una lleva casi 5 años de campaña mientras la otra apenas unos meses, pero subiendo como la espuma en las preferencias ciudadanas. Lo preocupante para quienes quieren el cambio es que si entre los propios morenistas fueron capaces de hacer todo tipo de chapucerias, ¿qué no estarían dispuestos a realizar para continuar en el poder?