Daniel Lee
La creciente temperatura global, producto de la Revolución Industrial, ha desencadenado una alarmante serie de fenómenos climáticos extremos en todo el mundo, resultando en devastadoras sequías e inundaciones.
Según la ONU, la frecuencia y el costo de estos desastres se han percibido significativamente en las últimas décadas, poniendo en riesgo comunidades y ecosistemas
El aumento de la temperatura global se debe principalmente a las actividades humanas que emiten gases de efecto invernadero (GEI) como la generación de electricidad y calor mediante la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural, así como por la actividad industrial en la producción de artículos como cemento, hierro, acero, electrónica, plásticos, prendas de vestir y otros bienes; minería; y deforestación
Según el organismo, estas prácticas emiten gases que atrapan parte del calor del sol y evitan que se escape al espacio.
De esta manera, cuanto mayor es la cantidad de gases de efecto invernadero, más calor se retiene. Debido a la acción humana, en 2020, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó la tasa más alta jamás registrada: 4,14 partes por millón (ppm)1. El calentamiento global tiene consecuencias graves para el medio ambiente y las personas. Entre ellas se encuentran desastres climáticos como incendios e inundaciones que perjudican por igual a las poblaciones más vulnerables de los países pobres y ricos.