noviembre 22, 2024

Cultura Impar: Cuando las mentiras crecen, hay desesperación

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José Manuel Rueda Smithers

“Dichosos los que me copian porque de ellos serán mis errores, pero multiplicados”.

Refrán popular

En cualquier relación, de pareja, de amistad, familia o compañeros de trabajo, la persona tóxica contamina con negatividad y baja autoestima a quienes lo rodean debido a su egocentrismo y narcisismo. Ese es el punto por el que pasa ahora la política mexicana.

Cada día nos muestran desde la mañanera de Palacio Nacional, algún trampantojo (una mentirijilla) que se propaga hasta convertirse en realidad. Y si alguien replica, el debate se cierra con la frase tajante: “Eres servidor del neoliberalismo y los conservadores”.

Y es que se nota más a partir de que empezó agosto, que el sr. López se descoció en contra de no importa cuánta gente, por el solo hecho de no pensar como él. En pocas palabras, sus reacciones lo que caracterizan como una persona tóxica.

Entre otros aspectos debido a su personalidad egocéntrica y narcisista, el sr. López encuadra directo en aquellos que hacen referencia a alguien que afecta directa y negativamente a sus más cercanos. Una persona tóxica tiene patrones típicos de un egocéntrico como, por ejemplo, el de ser poco empático con relación a lo que piensan los demás.

Dicen los expertos en psicología y psiquiatría, que además adoptan una personalidad narcisista al menospreciar las ideas de los otros.

Van entonces algunas señales al respecto:

Así, con su voz de mártir y sufrimiento, pero más llena de enojo, imprudencia y de impotencia para defender las cosas, se dejó ir sobre magistrados del Tribunal Electoral que se atrevieron a ordenarle no hablar Xóchitl Gálvez por violencia política de género.

Aún cuando sí dijo una y otra vez sus descalificaciones no solo hacia Xóchitl Gálvez, sino a los demás miembros de la oposición que buscan empañarle el camino de consolidación a su supuesto y cada vez más lejano cambio, se hace el agredido y acusa que le tergiversaron sus palabras y las acomodaron para fincarle una falta que sin lugar a dudas cometió.

Aunque dudo que tenga memoria, ese hombre debería recordar cómo gritaba por todos lados cuando los ahora expresidentes -a los que NO pudo vencer en las urnas- cometían alguna simple falta (ya no digamos electoral) pero que le servían para hacer caer a los medios en el amarillismo del que ahora deben arrepentirse. Fue su juego y le salió.

Otra de las falsedades que este servidor del pueblo mexicano dijo, y donde mostró odio, resentimiento y división, fue la manera absurda como llamó corrupto a Ciro Gómez Leyva al acusarle por leer -hace quince años- una encuesta, que ahora retomó el Peje para acusarlo de periodista al servicio de los neoliberales. Sí, una información de hace quince años leída ahora en su inútil mañanera.

Ya no digamos de los alegatos constantes a los que este tóxico político recurre cuando quiere salirse de un tema difícil en el que tiene las de perder. Por lo menos una vez a la semana, pregunta ¿Y Loret qué? Y pum, cambia de tema, mágicamente.

Anunció la compra de Mexicana de Aviación por 815 millones, pero la SEDENA señala que costará 4 mil millones echarla a andar. ¿Cuál es el costo real?

Para finalizar, López amagó que si lo multan con cuestiones de dinero, pedirá una colecta a la gente para que le ayuden a pagar. ¿Se imaginan a un presidente pidiendo dinero para que lo ayuden a pagar una falta que sí cometió? Qué poca ética y exceso de soberbia.

Y pues ya que aceptó que tiene su “lista negra” de malosos, vaya sacando pluma y lápiz, porque habrá de sumar muchas firmas como esta Cultura Impar.

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