ORLANDO LINARES
Ante la saturación y colapso de los sistemas institucionales de salubridad, la medicina tradicional es la primera opción para atender su salud y encontrar bienestar a la que acuden miles de mexicanos y muchas personas en el mundo.
Esta alternativa para tratar enfermedades o malestares, constituye otro sistema de salud que vive su realidad con la visita a una variedad de terapeutas tradicionales, entre ellos: curanderos, yerberos, hueseros, sobadores, rezadores, hechiceros, parteras, etcétera, quienes basan sus métodos curativos en la herbolaria, masajes, infusiones, cataplasmas, baños, barridas, limpias, elementos minerales, ceremonias o rituales con un alto contenido de simbolismos y religiosidad.
Como parte de su atención o servicio, los practicantes de la medicina tradicional brindan apoyo psicológico a los pacientes y, como instrumental, utilizan sus sentidos para palpar, mirar, oler, usar el sueño y dialogar con quien los consulta; es decir, sensibilizan con las personas, algo de lo que carece mucho del personal médico en las instituciones.
La medicina tradicional es una actividad que representa conocimientos milenarios, transmitidos de persona a persona cuyo valor y trascendencia le ha llevado a ser catalogada como un componente esencial del patrimonio tangible e intangible de las culturas del mundo.
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el aporte histórico de conocimientos, habilidades y prácticas “basadas en teorías, creencias y experiencias de diferentes culturas, sean explicables o no, utilizadas para mantener la salud”, según el concepto de la institución.
A través de la medicina tradicional, dicho organismo mundial, dentro de sus estrategias, busca consolidar alternativas que lleven al bienestar de las personas y ayuden a lograr la cobertura universal en salud.
Además de reconocer que, alrededor del 40 por ciento de los medicamentos usados en la actualidad se basan en productos naturales, como el ácido acetilsalicílico, y que algunos tratamientos contra el cáncer infantil proceden de la medicina tradicional, la OMS impulsa la conjunción de la sabiduría antigua y la ciencia moderna en beneficio de la salud de las personas en el planeta.
Dentro de esos propósitos, creó el Centro Mundial de Medicina Tradicional de la OMS con el que contribuirá a concentrar evidencia, aprendizaje, análisis, innovación y tecnología para optimizar sus aportaciones a la salud mundial.
Asimismo, para los próximos 17 y 18 de agosto de 2023, realizará en la India, la Primera Cumbre Mundial de la OMS sobre Medicina Tradicional, a la que acudirán diversas partes interesadas (trabajadores del sector, usuarios, comunidades, responsables políticos nacionales, organismos internacionales, académicos, sector privado y organizaciones de la sociedad civil) para el intercambio de prácticas correctas, pruebas, datos e innovaciones.
En México, a pesar de que, por muchos años ha sido subestimada o menospreciada por la ciencia, nueve de cada 10 personas ha encontrado en la medicina tradicional un complemento a la medicina académica.
Resultado de ello, esfuerzos institucionales han estimulado algunos proyectos a fin de aprovechar la medicina tradicional; un ejemplo es lo realizado por el Institutito Mexicano del Seguro Social (IMSS) que, para promover la colaboración entre lo institucional y lo tradicional, creó una unidad de investigación biomédica en medicina tradicional y herbolaria, con lo que pone en práctica programas de investigación y desarrollo. Asimismo, dio lugar al Herbario Medicinal del IMSS, ubicado en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, que es el mayor almacén de plantas medicinales en el país donde se resguardan 16 mil ejemplares de 2 mil especies recopiladas por todo el territorio nacional. Por su parte, la Universidad Autónoma de México (UNAM), alberga la biblioteca digital de la medicina tradicional mexicana.
En apego a recomendaciones de la OMS, la Secretaría de Salud del gobierno federal ha fomentado que la medicina tradicional, las terapias o medicinas complementarias formen parte de los servicios de salud, por ello, de manera coordinada con programas de estudio de universidades públicas y privadas, ha incorporado al Sistema Nacional de Salud a la acupuntura, la homeopatía, la quiropráctica, la herbolaria medicinal, entre otras.
La aceptación de políticas públicas y estrategias al respecto, además de legitimar a la medicina tradicional como otro sistema de salud que ayuda a mejorar las condiciones de vida de la población, fortalece su quehacer para dejar de verla como algo diferente más aún porque, por generaciones, ha sido otro pilar que sostiene nuestro desarrollo como personas saludables.
Actualmente, en tanto que muchos esfuerzos de la ciencia médica apuntan a campos como el genómico o la inteligencia artificial, llama la atención que más empresas se especializan en hierbas medicinales, productos naturales, salud, bienestar y viajes relacionados con medicina tradicional.
Tras una pandemia que puso en riesgo a la humanidad entera, es real que tenemos un sistema de atención a la salud donde coexiste la medicina académica y la tradicional, y que forma parte de nuestra esencia cultural y de cómo respondemos a necesidades de salud o enfermedad, sin apartarnos de creencias, ideologías y avances tecnológicos.