Con el anuncio de su renuncia al PRI cuatro senadores se lanzan a la aventura de conformar un movimiento “congruente”.
Pero ¿quién pierde más con esta decisión: el partido o los involucrados?
J. Israel Martínez Macedo
En medio del ánimo que ha despertado la entrada de Xóchitl Gálvez a la contienda por la candidatura de la Presidencia de la República se confirmó el secreto peor guardado del año: la renuncia al PRI de cuatro senadores: Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila Villegas, Claudia Ruiz Massieu y Nuvia Mayorga, una acción que, al menos hasta el momento, parece estar sobredimensionada.
El hecho que dio pie a todo esto está vinculado con las críticas que ha realizado el hidalguense Osorio Chong a la gestión de Alejandro Moreno “Alito” en la presidencia nacional del PRI, llegándola a considerar la peor en toda la historia del partido, por encima de lo ocurrido en el año 2000 cuando perdieron por primera vez la Presidencia de la República siendo Dulce María Sauri Riancho la dirigente.
Luego de intentar destituir a Alejandro Moreno de la presidencia del partido en 2021, Osorio Chong fue destituido de su cargo como coordinador de la bancada tricolor en el senado en marzo pasado, viéndose obligado a dejar su sitio a Manuel Añorve Baños, en una votación donde ocho de los 13 senadores decidieron por el cambio; el hidalguense bañado no la sesión en aquella ocasión pero se fue acompañado de tres más: Eruviel Ávila, Claudia Ruiz Massieu y Nuvia Mayorga.
Curiosamente en aquel momento, Osorio Chong aseguraba que abandonaría la bancada priísta pero que no renunciaría al partido “no les voy a dar ese gusto” dijo en su momento; unos meses después no solo les dio el gusto sino que además se siguió haciendo acompañar por los tres senadores que lo apoyaron en marzo tras su destitución.
El conflicto de Alejandro Moreno con Osorio Chong creció luego de que el año pasado Carolina Viggiano, secretaria general del PRI, perdiera estrepitosamente la contienda por la gubernatura de Hidalgo con Julio Menchaca de Morena; las acusaciones de la derrota apuntaron directamente al exsecretario de Gobernación de quien, se dijo en su momento, abandonó a la abanderada tricolor indicando a sus estructuras no operar el día de la elección.
Muy similar a la acusación de la elección hidalguense, en el Estado de México también se señaló a Eruviel Ávila de haber operado en contra de Alejandra del Moral, varios periodistas del Valle de México aseguraban haber visto a gente de la estructura del exgobernador acompañar a los morenistas e incluso hasta portar sus chalecos en zonas aledañas a Ecatepec, la acusación no fue desmentida nunca por el senador.
A Eruviel se le achacan, además, dos intentos fallidos de intervenir en la decisión del partido sobre la candidatura a la gubernatura apoyando e impulsando a Ana Lilia Herrera para tratar de incrustarse en esa posición, la primera vez frenado en seco por el entonces Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la segunda por el gobernador Alfredo del Mazo Maza.
La cercanía con Herrera Anzaldo ha generado, incluso, la especulación de que la diputada también podría anunciar su salida del partido en cualquier momento, pero esta situación no ha ocurrido ni hay indicios de que pudiera ocurrir, al menos no en el corto plazo.
No es la primera vez que Eruviel Ávila pone sobre la mesa su renuncia al partido, debemos recordar que en 2011 se dijo que presionó con esa posibilidad y además unirse a las filas del PRD y que no lo haría solo si era elegido como candidato a la gubernatura. El arrastre que tenía en la zona oriente, específicamente en Ecatepec, y la conjunción de la cercanía de la elección presidencial en la que estaba muy interesado Enrique Peña fueron factores suficientes para cederle el espacio.
Pero en 2018 las cosas cambiaron drásticamente y el panorama de la zona oriente dio un giro radical en el acomodo de los grupos. El arrastre de Andrés Manuel López Obrador para hacerse de la Presidencia de la República generó que más de un millón de perredistas mexiquenses se sumaran a las filas de Morena, la gran mayoría en la zona de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Texcoco y Los Reyes La Paz.
La nueva configuración política de la región impactó en la estructura de Eruviel Ávila. Ecatepec ahora está en disputa por dos grupos al interior de Morena, el de Fernando Vilchis y el de Azucena Cisneros pero lo que ambos tienen en común son las acciones o señalamientos en contra del exgobernador.
Esta situación hace pensar que el otrora poderoso grupo eruvialista se ha visto menguado y reducido a unos cuantos que aún mantienen cierta cercanía con el exgobernador, ya sea por beneficio o interés, aprovechándose de contar con intereses en común al interior del partido; una situación que se estaría resquebrajando con la salida de Ávila Villegas del PRI.
Poniendo las cosas en su justa dimensión: la salida Nuvia Mayorga es simbólica, forma parte del grupo de Miguel Ángel Osorio Chong y como tal, su arrastre y estructura no es otra que la misma del propio exgobernador hidalguense; ese sí es un golpe fuerte contra el PRI porque se mencionaba que, pese a todo, la estructura tricolor de Hidalgo aún estaba mayoritariamente bajo su control.