Luis Sunderland Méndez @LouSunderland
30 de junio de 2023
En estos últimos días la espesa niebla que veía yo la semana pasada en el proceso de selección de la oposición que enfrentará a la corcholata ganadora de la gran simulación de la 4t, se ha ido despejando y si resulta cierto lo que a la voz de algunos organizadores e incluso de los interesados en ser elegido el próximo tres de septiembre Responsable de la Construcción del Frente Amplio por México, poco a poco se va entendiendo las diferentes etapas que conllevará a la oposición, lograr su cometido.
A mi parecer, por cierto no compartido con algunos de los que idearon este proceso y de otros que se han ido bajando del escenario, las organizaciones ciudadanas lograron no solo ponerse de acuerdo entre ellas, sino controlar a los partidos políticos involucrados en la concretización de la coalición Va Por México.
No puedo dejar de pensar en la gran contradicción en la que cayó la sociedad en general que respondió al llamado de las organizaciones ciudadanas en las marchas del día 13 de noviembre y en los plantones el 26 de febrero, que verdaderamente se puede calificar como muy exitosas y que contrastan de una forma lastimosa con el desinterés mostrado con el abstencionismo brutal en la elección para gobernadora del estado de México el pasado día 4. Sencillamente no se entiende que la gente, sobre todo los jóvenes, no les haya importado dejar el destino de ese estado de la República, en manos de una persona que ha dado sobradas muestras de su falta de capacidad, honradez e integridad. En el pecado, llevarán la penitencia, de eso no me cabe duda alguna.
Me queda claro que las organizaciones de la sociedad civil, no tienen controlada a la sociedad en general que está expectante en ver que resulta de todo esto y que poco a poco va tomando forma. El proceso ideado por gente especialista en temas electorales junto a las mismas organizaciones de la sociedad y las dirigencias partidistas, no está totalmente definido, pero lo que hasta ahora han explicado, se ve que transita por un camino positivo, porque aunque no se logró un proceso ciudadano independiente de los partidos -eso no era posible, se necesitaba de ellos-pero se consiguió al final de cuentas con la mayoría de los que han mostrado interés en participar, lo avalen.
El reto ahora es que este esfuerzo se convierta en una potente fuerza política que nos sirva a los oposicionistas para lograr nuestro objetivo final, la reconstrucción de México y de sus instituciones destruidas por López Obrador.
Esta será una campaña muy diferente, ni los partidos ni los ciudadanos tendrán la dirección del proceso, porque los institutos políticos no lograron lo que querían y las organizaciones sí consiguieron algunas de sus premisas como que estén algunos candidatos que no pertenecen a ningún partido.
Ya estamos siendo testigos de las primeras etapas. Ya vimos algunas autoeliminaciones, unas muy razonables, otras no, pero los que quedan, seguramente harán sus mejores esfuerzos para lograr las 150 mil firmas que finalmente se acordaron. Vendrán los contrastes de puntos de vista, se llevarán a cabo las encuestas que servirán para seguir depurando la elección final y lograr el objetivo buscado por todos.
No concuerdo con quien dice que este proceso no sirvió para nada. Basta ver como se calentaron las redes sociales con la senadora Xóchitl Gálvez y que la mayoría de los que alzaron la mano siguen ahí luchando por sus 150 mil firmas. Tampoco se trata de ser mezquinos o amargados.
Desde luego que este procedimiento no es del agrado de todos empezando por el presidente y sus corcholatas, pero eso es una magnífica señal -están apanicados- porque ven que sus descalificaciones ya no les sirven para distraer la atención del electorado de su pésima gestión en este sexenio y tapar su ilegal proceso interno electoral que ahora casi está avalado por los consejeros simpatizantes de Morena en el INE.
La sociedad debe entender que esto que ya nació por parte de la oposición, es lo que tenemos, ya no hay más y es el único camino que existe para detener a el obradorismo y de alguna manera ver hacia adelante y no descalificar este proceso- Hay que hacer a un lado los rencores contra los partidos y unirse para que no nos vuelva a pasar lo que recientemente pasamos en el EDOMEX. Esta es nuestra última oportunidad de recomponer el camino de la democracia y del crecimiento en México.
Las corcholatas están muy movidas entre ellas, y sus acciones están detenidas con alfileres.
No nos equivoquemos otra vez.