viernes 30 de junio de 2023
Mañana el presidente AMLO festejará un aniversario más de su triunfo en las urnas, ningún presidente antes de él había demostrado tal necesidad de ser reconocido por algo, lo que sea, como el actual mandatario
Este sábado 1 de junio los seguidores del presidente Andrés Manuel López Obrador se reunirán con miles de acarreados que, principalmente, los gobernadores de Morena harán llegar a la Ciudad de México con el único y banal fin de felicitar a AMLO por haber ganado hace cinco años la elección y solo eso, quizás hasta ahora, su único logro real y quizás por eso sea lo único que haya para celebrar.
Como cada año desde que comenzó su mandato, el llamado Día del Presidente dejó de ser aquel en el que el mandatario realiza su informe de gobierno y se transformó en el día cuando los morenistas conmemoran que Andrés Manuel López Obrador logró ganar la Presidencia de la República, en AMLOFest nació para recordar el único triunfo del Presidente.
Después de la elección y ya como Presidente de México, López Obrador no ha podido consumar algún otro logro para celebrar: no hay medicamentos, la inflación de precios de la canasta básica no para, las gasolinas no bajan y están muy lejos de los 10 pesos prometidos, Dos Bocas es un elefante blanco, el Tren Maya va por el mismo rumbo y el AIFA es un fantasma en el sentido de la película “El espinazo del diablo”: “Un instante de dolor, quizás algo muerto que parece por momentos vivo aún, un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa”.
Tampoco ha logrado cumplir sus promesas de inicio de sexenio, es más, muy por el contrario, ahora las anuncia como grandes logros de su administración, como ocurre con la promesa de que las inversiones estarían seguras pero justo en el transcurso e este último año comenzaron las expropiaciones que, se había dicho, no ocurrirían.
Ni hablar de la promesa de no generar más endeudamiento. Según la solicitud de deuda interna planteada en la Ley de Ingresos de la Federación para este año, el aumento de la deuda en lo que va de este sexenio es de 127 por ciento, muy por encima de los 56.2 por ciento que creció en todo el sexenio de Felipe Calderón y los 19.3 por ciento que lo hizo en el de Enrique Peña.
Sobre la migración y las remesas, López Obrador habría reconocido el papel de estos en la economía pero aseguraba el 1 de diciembre de 2018 que su intención era “retener con trabajo y bienestar a nuestros compatriotas en el territorio nacional” por el contrario, la migración hacia Estados Unidos ha crecido y con ella el tamaño de las remesas que se reciben pero eso o es necesariamente positivo, con el incremento del valor del peso y la alta inflación que no para de crecer, el poder adquisitivo de las remesas ha disminuido, lo que solo significa que llegan más pero valen menos, según datos de Banxico, 10.04 por ciento menos, para ser precisos.
Hablando del tema, el valor de los salarios también ha crecido pero el nivel de crecimiento de la inflación ha sido superior por lo que en realidad, aunque la gente gana un poco más, su dinero le alcanza para menos, porque eso también ha sumado al encarecimiento de los productos y servicios.
En materia de educación se canceló la reforma educativa y se cerraron programas educativos importantes como las escuelas de tiempo completo, en consecuencia, el nivel educativo ha disminuido y ha llegado al punto en que la Secretaría de Educación determinó ya no medir el desarrollo y la calidad del aprendizaje con lo que el INEGI ya no tendrá cifras para la medición del avance o retroceso educativo en el país.
Se aseguró que se atendería de inmediato a los damnificados de los sismos pero para muchos de ellos es la fecha que siguen sin ver solución a sus problemas derivados de las afectaciones por los movimientos telúricos y a la espera de que esa “atención inmediata” llegue algún día.
En materia de seguridad la confirmación de la Guardia Nacional no ha arrojado los resultados esperados, vaya que pareciera que ni siquiera ha arrojado resultados en materia de seguridad pública, por el contrario, la delincuencia sigue creciendo, la violencia crece y la impunidad es cada vez mayor; justo en este momento hay 16 personas secuestradas en Chiapas y en Michoacán asesinaron y quemaron el cuerpo de Hipólito Mora, líder de las autodefensas y quien se jactaba de que solo en su grupo no había infiltrados de la delincuencia organizada.
Las afectaciones de la delincuencia han llegado al campo a grado tal de que en Estados Unidos comienzan a surgir grupos de activistas que exigen promueven ya no comprar aguacate mexicano debido a los niveles de violencia en las zonas donde se produce y las condiciones en que esto ocurre. Ayotzinapa, bueno, sigue como estaba.
Prometió que “ya nadie podrá viajar en aviones o helicópteros privados a expensas del dinero público” y se prometió la venta del avión presidencial, ese sí se pudo vender hasta hace unas semanas, aso sí, malbaratándolo y generando pérdidas por la transacción con un gobierno, dicho sea de paso, dictatorial pero, además, la promesa sigue incumplida, solo los primeros años el mandatario viajo en aviones de línea, después, cuando la gente lo comenzó a increpar regreso a los vuelos privados en aeronaves del Ejército.
Tampoco llegó la reducción del salario del Presidente al 40 por ciento de lo que ganaba su antecesor y las remuneraciones presidenciales no tuvieron ningún impacto positivo al pasar la residencia oficial del mandatario de Los Pinos a Palacio Nacional, por el contrario, eso generó que se incremente el costo.