• “Lo mejor es lo peor que se va a poner”, amenazó el ganso y cumplirá
Miguel A. Rocha Valencia
No necesitaba decirlo, sabíamos que las desgracias para México no habían tocado fondo y que en la mente del mesías tropical se anidaban ideas para golpear más duro a las instituciones, al sector privado (inversión), clasemedieros-aspiracionistas , políticos, economía, seguridad, salud, educación y a todo quien se le pusiera enfrente, incluyendo INE o Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pero esa frase y cómo la dijo para abrir su mañanera del 5 de julio de 2022: “Ánimo, lo mejor es lo peor que se va a poner”, seguido de una risita que me sonó siniestra, sí me causó escalofríos y me hizo construir escenarios de por dónde podía llegar la perversión de quien desmiente todos los días a Enrique Peña Nieto quien aseguraba que era imposible que un presidente se levantara todos los días pensando cómo joder a México.
De lo que estaba seguro es que aún no tocábamos fondo y se preveían días negros para el país. Empero no pensé que, a estas alturas, en menos de un año, se verían niveles de destrucción que ya pegan en las estructuras sociales, financieras, políticas, educativas, salud y seguridad del país.
Tampoco me imaginé que a pesar de los números rojos que ya se expresaban de manera alarmante en todo el quehacer nacional, no hubiera siquiera un asomo de corrección sino por el contrario, continuara el discurso de la justificación de achacar a los anteriores gobiernos lo que sucedía en el país, como si no lleváramos cuatro años y medio de cuarta transformación.
De entrada, en seguridad las cifras ya rebasaron a los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, este último cerró su sexenio con 156 mil 066 asesinatos según TRereseach aunque el INEGI ya con todas las actas acopiadas le subió a 156 mil 437 muertos, cantidad que ya fue superada por el caudillo de Macuspana con una sobre tasa del 25 por ciento (lo que le falta de mandato). O sea que, a partir de hoy, ya impondrá récord, eso sí, histórico como a él u secuaces les gusta.
Es decir que a este ritmo podríamos llegar fácilmente a los 200 mil asesinatos en todo el sexenio del ganso, eso sin contar que hoy el crimen organizado controla una mayor parte del territorio nacional, señaladamente todo el corredor del Pacífico donde incluso les van a construir su tres interoceánico.
Proporcionalmente a la violencia del país, la migración ilegal de mexicanos a Estados Unidos se incrementó niveles de 700 mil personas por año la mayoría de los cuales son regresados a nuestro territorio y ese aumento explica también el crecimiento de las remesas. Es decir, habría que subrayarle al caudillo de Macuspana el “logro” de esos dos récords históricos.
En materia institucional, ya se vio que si bien no pasó el plan B para bajarle atribuciones y recursos al INE, si logró “colonizarlo” con sus garbanceros Guadalupe Taddei, Rita Bell y Jorge Montaño que de entrada declararon improcedente la queja del evidente proselitismo adelantado e ilegal de las corcholatas cuatroteras y ya anunció que va por disminuir salarios y prestaciones del personal incluyendo los de sus pares y organizar una elecciones “austeras” o sea a la medida del tlatoani de Tepetitán.
Respecto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que aún no se doblega aplica el asedio brutal utilizado las instituciones del Estado convertidas en su horca y garrote, como la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía General de la República con sus lacayos Pablo Gómez y Alejandro Gertz para golpear a su personal con la apertura de carpetas de investigación contra personas que tuvieron relación con Genaro García Luna como si ese hecho lo descalificara o los hiciera cómplices de una serie de delitos que no se han probado ni siquiera en Estados Unidos.
Porque a García Luna lo declararon culpable no en base a pruebas sino por testimonios de sujetos a quienes él metió a la cárcel.
En lo financiero no sólo están cancelaciones como el NAIM i la cervecera o proyectos de energía que, por un lado, tiraron a la basura más de 600 mil millones de pesos y evitaron la inversión de más de 50 mil millones de dólares incluyendo industria turística y hotelera, sino que además está la ausencia de obras de infraestructura y todo ello es motivo de falta de empleo.
El simple fenómeno de Nearshoring o reubicación de empresas no es suficiente cuando no hay confianza, estabilidad y seguridad y menos cuando se procede a expropiaciones arbitrarias o no renovación de concesiones como lo de Ferromex y ahora con el Aeropuerto Internacional del Norte (ADN) el cual es una estación privada donde tienen hangares consorcios empresariales neoleoneses.
En este último caso, el propio titular de Comunicaciones Jorge Nuño y el director de Aeronáutica Civil, general Miguel Vallín dijeron a los concesionarios que no se renovará el permiso que vence en agosto por instrucciones directas de Palacio Nacional, lo cual sin duda traerá un nuevo conflicto, entre gobierno e IP, y con ello los efectos negativos a la economía nacional porque, lo que ocurra en Nuevo León, repercutirá en el país.
Y esto aún no concluye porque si bien la chachalaca no cumplió promesas para mejorar el país, si lo hará para destruirlo hasta el último día de su mandato. Que conste, ya lo dijo.