noviembre 24, 2024

Las migajas del poder: La perfecta estrategia de López: todos contra todos

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Luis Sunderland Méndez @LouSunderland

26 de mayo de 2023

Para la ciudadanía que no está muy acostumbrada a los enfrentamientos que se dan entre las distintas fuerzas políticas -es difícil entender la bipolaridad de los actores- los dichos y hechos en los diferentes escenarios de la vida política en el ámbito gubernamental generan reacciones dañinas que solo contribuyen a que crezca el desinterés y la apatía que al final de cuentas es lo que ocasionó que tengamos al actual gobierno que padecemos.

De forma importante contribuye también la diaria diarrea verbal que López Obrador nos hace padecer para hacer acusaciones y declaraciones que terminan con decretos que perjudican al país y con consecuencias muy graves, a pesar de que sean completamente fuera de la ley y vayan en sentido contrario de lo que mandata nuestra Constitución.

Recuerdo a Peña cuando dijo que no creía que un presidente se levantara por las mañanas pensando en cómo jodía al pueblo de México. Pues señor Peña, fue usted premonitorio, ahora tenemos a uno que no sé si se hace esa reflexión, pero sí se levanta a mandatar alguna forma de pasar por encima de la Constitución o provocar un quebranto, o de seguir destruyendo al país violentando los avances democráticos, económicos y sociales que tanto trabajo nos costaron llevando a México a un ranquin internacional muy diferente al que hoy tenemos.

Y si lo anterior no fuera suficiente, del lado de la oposición se esperaría que todo ya debiera estar más que preparado y en la línea de partida para enfrentar las elecciones del 2024 y a la 4t, pero cada día tenemos muestras de todo lo contrario. En ocasiones se piensa que de todos no se hace ni uno. Y no porque no haya prospectos muy valiosos e importantes como para abanderar a una oposición sólida y unificada; el hecho de que los partidos políticos se pongan de acuerdo -ya no menciono en la definición de lo que quiere decir un gobierno de coalición- sino en el simple método para elegir al que finalmente sea el candidato, se antoja muy difícil.

¿Cómo entender que a una semana de que sean las elecciones en los estados de Coahuila y en el Edomex, Movimiento Ciudadano (MC) le declare la guerra al Revolucionario Institucional (PRI)? ¿Ya se decantó por apoyar a Delfina y pretende debilitar a Alejandra del Moral faltando unos cuantos días para la elección? ¿Será como dicen por ahí que se avecina una alianza con Acción Nacional (PAN) para el 2024? Su pretexto (y no sin mucha razón) es que el PRI de Alejandro Moreno ya se arregló con López Obrador y no es confiable. ¿Será que el señor Dante Delgado es él que le hace el juego a Morena? o, simplemente anteponen sus pretensiones partidistas a conformar una gran y total alianza opositora.

Y ahora Alejandro Moreno declara sin empacho que no hay todavía definición en el método de elección del candidato de la alianza y el panista Marko Cortez dicta una serie de requisitos absurdos y en contra de pavimentar el camino de la coalición, cuando debió haberlos exteriorizado en las primeras negociaciones entre los partidos y las organizaciones de la sociedad civil. El exigir un millón de firmas para que se pueda presentar una candidatura, cuando el mismo PAN no tiene esa cantidad de militantes registrados, es no querer captar candidatos, sino excluirlos. Pareciera que los destinatarios de esto son Lilly Téllez y el gobernador de Yucatán Mauricio Vila que de ninguna manera tienen tiempo ni recursos económicos como para poder reunir esa cantidad de firmas.

Hemos dicho esto ya aquí mismo, el favorito de Cortez es el cartucho quemado de Santiago Creel ¿Qué está pasando por las cabezas de los dirigentes azul y tricolor? las señales son de que cada partido tendrá su propio precandidato para que al final de cuentas, la gente vote por Moreno o por Creel.

El PAN y el PRI pretenden vestir un proceso de elección absurdo y amañado, en uno para tener candidatos de una manera democrática y así terminar por darle la espalda a la ciudadanía. La realidad es que los partidos políticos tienen secuestrada a la democracia, porque todos dependemos de ellos y no solo los ciudadanos de a pie, sino aquellos que de una manera entre tibia y discreta han levantado la mano. Chocarán con las dirigencias de ambos partidos que pensaron que llegarían a estas fechas muy fuertes y la realidad es que están en la puerta de otro gran fracaso. Cuando los involucrados empiezan a hacerse bolas y verse como aliados de López Obrador, es señal de que si ya estábamos en problemas, no nos imaginamos de qué tamaño eran. ¿Dónde quedó la iniciativa de las elecciones primarias para que haya una verdadera selección de la sociedad y todos apoyarle? ¿Será que le cumplirán el deseo a AMLO de que cada partido vaya por su lado?

¿Por qué sembrar dudas a estas alturas del proceso? En julio a más tardar se debe tener todo muy claro en la mente de la ciudadanía para que entienda en qué consiste esta novedad de la coalición.

Solo queda que el peor enemigo que tiene Alejandra en el Edomex -el abstencionismo-, gane y Delfina sea quien resulte gobernadora.

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