Por Luis Sunderland Méndez
@LouSunderland
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A principios de esta semana tuve la oportunidad de presenciar vía zoom, una reunión de la organización México Unido en Zoom, en la que el analista político José Antonio Crespo, hizo algunas precisiones que no tienen desperdicio sobre el proceso de creación de un gobierno de coalición para nuestro país.
Como ya lo hemos comentado en este espacio, vivimos en un sistema presidencialista y la pretensión de los partidos políticos y de las organizaciones de la sociedad civil por cambiarlo a un gobierno de coalición -a partir de la próxima administración- se ve muy complicado, porque requerirá mucha buena voluntad de las cúpulas de los diferentes partidos y de las organizaciones ciudadanas.
Lo complicado no para ahí: explicarle al electorado, acostumbrado a que solo la voz del presidente es la que manda, cambiar la manera de gobernar en coalición, requiere precisar cómo funciona, a que se compromete cada quien, cómo armar el gabinete y cuáles sus responsabilidades. Esto quiere decir que cada uno de los actores tiene que explicar bien lo que pretenden por separado, pero también la forma de interrelación entre todos, a fin de llevar a buen puerto el destino del país.
No puedo precisar cuántas organizaciones de la sociedad civil hay en el territorio nacional, seguramente son varias decenas. Sé que dentro de las principales está México Unido que inició como Si Por México y que logró que los tres principales partidos políticos de la oposición conformaran la alianza Va Por México y lograra quitarle la mal ganada mayoría simple a Morena y sus aliados, ganar la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México y ahora va por las gubernaturas de Coahuila y del Estado de México.
Conociendo los alcances del presidente del Revolucionario Institucional (PRI) y al de Acción Nacional (PAN), algo me dice que no están siendo totalmente transparentes con los que nos oponemos a la 4T y de alguna manera somos parte también de la oposición.
Cuando se presente el momento de hacer -por decirlo de manera simple- las primarias y entonces elegir al candidato a quien apoyar, es imposible dejar de sentir el autoritarismo de Alejandro Moreno por el momento dueño del PRI. No veo ni a Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu o José Ángel Gurría de candidatos en ese partido. No creo que al señor Moreno le parezca soltar una candidatura que añora. En una entrevista le preguntaron que si se lanzaría él a la grande y no lo negó, solo con su reacción abonó a tener más dudas sobre la lealtad al proyecto de la alianza.
Igual veo al panista Marko Cortés. Él sabe que no tiene oportunidad como para lanzarse, pero bien pudiera ya tener a Santiago Creel como su abanderado para la presidencia. No veo tampoco a Lilly Téllez, a Kenia López Rabadán o a Damián Zepeda en la contienda.
Al final de cuentas la sociedad civil se puede quedar con un palmo de narices, mientras los jerarcas de los partidos hacen lo que les dé la gana. En los tiempos que están pasando ahora, ya deberían tener completamente aterrizada la proyección de un gobierno de coalición, junto con los precandidatos que ya deberían estar a la vista de todos para contrarrestar a los precandidatos oficialistas que de forma facciosa están todos los días en la promoción de sus candidaturas, aunque ya sepamos quien es la favorita del señor de Palacio Nacional.
Solo tendremos un poco más de cinco meses para tener todo listo a la vista de los 95 millones y medio de electores y esto queridos amigos, se antoja como algo muy complicado. Se debe iniciar ya un trabajo de fondo, distrito por distrito electoral y definir a los candidatos al Congreso, porque si la oposición no gana mayoría calificada, López Obrador tendrá el camino abierto para terminar de cerrar la pinza que estrangule nuestra democracia y nuestro futuro.
Es igual de importante ganar el Poder Legislativo que el Ejecutivo, así están las cosas de peligrosas con la dictadura que un resentido que odia a todos los que no se sujetan a su voluntad pretende imponernos. Él que no vea la realidad y piensa que esto es exagerado, seguramente es porque ya tiene a donde irse cuando las cosas se pongan al rojo vivo en México.
