Ricardo Burgos Orozco
Leí hace unos días que el Congreso de la Ciudad de México solicitó al director general del Sistema de Transporte Colectivo Metro el cambio de nombre de la estación Indios Verdes por “Emperadores Mexicas”. No sabemos si eso es posible y cuándo sería, pero seguramente se va a hacer porque los legisladores capitalinos consideran que la palabra “indio” es una expresión indignante y discriminatoria.
Sinceramente, no veo ninguna actitud negativa o desprecio en el nombre “indio”. Es un gentilicio de los habitantes de la India; los españoles lo utilizaron cuando llegaron a América porque pensaron que habían llegado a tierras indias, que era adonde debían arribar, según sus cálculos. Por eso, decirle “indios” a los originarios de nuestro continente se quedó para siempre, pero no tiene nada de despectivo desde mi punto de vista, pero esos cambios para no herir susceptibilidades son una tendencia mundial como sucedió, por ejemplo, en el futbol americano de Estados Unidos, que eliminaron el nombre de Pieles Rojas al equipo de Washington.
Los diputados locales de la Ciudad de México consideraron en su petición que estamos en el Siglo XXI y que ahora vivimos una “época de lucha contra la xenofobia y el racismo, el clasismo y el colonialismo”.
El nombre y logotipo de la estación Indios Verdes se deben a que se encuentra cerca del Parque El Mestizaje en la Alcaldía Gustavo A. Madero donde están dos estatuas levantadas en memoria de los tlatoanis mexicas Izcóatl y Ahuízotl, conocidas como Monumento a los Indios Verdes.
Es una de las terminales de la Línea 3 con mayor afluencia diaria de pasajeros con un promedio de 120 mil porque ahí confluyen una central camionera y una parada de autobuses que ofrecen servicios de viajes a varios estados del país. Además, está conectada con algunas rutas de autobuses y microbuses que van a varios municipios del Estado de México.
Lo del cambio de nombres de estaciones del Metro ya se ha hecho no sólo en esta administración de la Ciudad de México, sino en anteriores. Ahí está ejemplo la estación Etiopía, también de la Línea 3, que le agregaron Plaza de la Transparencia porque ahí está cercano el edificio del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información; En Viveros se adicionó el nombre de Comisión de Derechos Humanos de la CDMX porque enfrente tenemos el inmueble de ese organismo; Basílica pasó a llamarse hace tiempo Deportivo 18 de Marzo; en la Línea 2, a Zócalo se anexo la palabra Tenochtitlan.
No fue en una estación del Metro, pero a unos metros de Popotla, la Plaza de la Noche Triste ahora se denomina Plaza de la Noche Victoriosa para recordar el triunfo de los mexicas en lugar de la derrota de Hernán Cortés y su supuesto llanto en el árbol milenario que se encuentra ahí.
Los cambios son buenos para mejorar. Esperemos que si los Indios Verdes se convierten en Emperadores Mexicas, el servicio del Metro sea mucho mejor para miles de usuarios.