En la ceremonia, en la cual reiteró que defenderá la autonomía universitaria y sus fortalezas ante todo, el rector destacó que esos galardones cuentan con una larga historia en México. “Hoy celebramos los valores que la arquitecta Topelson y el doctor Esteva han antepuesto para el bien común de la nación. Su actuar y trayectoria son vivo ejemplo para los profesionistas del presente y para las nuevas generaciones”.
A ella, continuó, se le reconoce públicamente el incansable trabajo que ha realizado por la arquitectura en México y en el mundo. La suya es una trayectoria sobresaliente y con reconocimiento internacional. Todos nos sentimos muy orgullosos de sus logros, y de que sea una universitaria cabal quien reciba este justo reconocimiento.
Recibe también el reconocimiento un insigne investigador del Instituto de Ingeniería (II) desde 1959, e investigador emérito de la UNAM. Durante más de seis décadas ha sido protagonista de la investigación sobre riesgos sismológicos y sobre cómo podemos mitigar sus efectos a través de la investigación rigurosa en ingeniería. Los mapas de peligro sísmico que realizó en los años 60 establecieron estándares para México y sentaron precedentes internacionales que, a la fecha, siguen siendo un referente obligado para la creación de normas para la construcción. En 2017 esta institución reconoció la excepcional trayectoria de Luis Esteva con el doctorado honoris causa, detalló Graue.
En el Salón de Actos del Palacio de Minería, Jorge Jiménez Alcaraz, presidente de la AIAM, aseveró que esta distinción es el más alto honor que se puede otorgar a un ingeniero y a un arquitecto en nuestro país. “Es un símbolo de excelencia, dedicación y compromiso con su profesión, con el desarrollo de México y con la sociedad”.
Los ganadores, agregó, son verdaderos líderes y pioneros en su campo, que han dedicado sus vidas a la investigación, el desarrollo y la innovación en sus respectivas áreas. Sara Topelson y Luis Esteva, además de ser arquetipos del ser y el deber ser de nuestra profesión, cumplen dignamente con la misión y la visión de la UNAM, ya que ambos han sido profesionales útiles a la sociedad y han estado siempre cerca de los problemas nacionales, aportando su talento y profesionalismo. Además, “deseo resaltar que, por primera vez, un Premio Nacional de nuestra organización se otorga a una mujer”.
Topelson Frydman, Premio Nacional de Arquitectura 2021, dijo que recibirlo es motivo de gran satisfacción, “que me emociona profundamente, me entusiasma, me compromete con mi gremio y, sobre todo, con México, el país que amo profundamente, al ser la primera mujer en recibirlo”.
Con el galardón, “comprometo mi capacidad, mi mejor esfuerzo y mi plena entrega a seguir construyendo un México mejor para todos. Estoy convencida de que juntos, con la suma de talento, educación y capacidad de las mujeres y hombres que amamos a nuestro país, lograremos abatir la polarización y desigualdades, estimular el desarrollo comunitario y el crecimiento”.
Luis Esteva calificó como un privilegio haberse formado en la UNAM, “desde principios de 1953 cuando ingresé a la entonces Escuela Nacional de Ingenieros, y de haber sido miembro del Instituto de Ingeniería desde noviembre de 1959. Quiero agradecer a mi familia por su apoyo pleno y constante; sin ellos no habría sido posible esto”. También reconoció a sus estudiantes y colaboradores quienes han contribuido a lograr los resultados que hoy son reconocidos con el Premio Nacional de Ingeniería 2021.
Al hablar a las nuevas generaciones expresó que quienes tienen el privilegio de tener una profesión como la ingeniería, no la deben ver sólo como una fuente de ingresos para tener una vida tranquila y satisfactoria, sino como un compromiso de servir a la sociedad. En ese sentido, debemos actualizar continuamente nuestros conocimientos para lograr construcciones seguras, económicas y eficientes, aprovechando los mejores criterios y técnicas disponibles, en continua evolución.
Semblanzas
Honorato Carrasco Mahr, protesorero de la AIAM y presidente del Colegio de Arquitectos de México, al exponer la semblanza de la premiada, mencionó que Topelson se formó como arquitecta en la entonces Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM, en los convulsos años de 1968 y 1972, con grandes maestros.
Desde entonces y hasta la fecha se ha desenvuelto y destacado en distintos campos del quehacer profesional, como la academia, el servicio público, el desempeño gremial y el ejercicio profesional donde ha desarrollado proyectos de diseño urbano, educación, cultura, industria, comercio y, en especial, de vivienda residencial y de interés social.
Socia de Grinberg y Topelson Arquitectos desde hace 50 años, es una persona acostumbrada a romper esquemas y enaltecer el papel de la mujer en su profesión. De 1996 a 1999 presidió la Unión Internacional de Arquitectos, siendo la primera mujer en dirigir el organismo. Ha impartido clases por más de 45 años en distintas universidades del país; entre sus reconocimientos destacan el Premio Nacional de Vivienda 2020.
Mónica Barrera Rivera, presidenta de la Academia de Ingeniería de México, refirió que Luis Esteva Maraboto es académico de honor de esa agrupación, máxima distinción que otorga en virtud “de sus sobresalientes aportaciones a la ingeniería”.
Las contribuciones del premiado al análisis de riesgo sísmico, confiabilidad estructural y criterios de diseño sísmico, basados en niveles óptimos de desempeño y confiabilidad en el ciclo de vida de las construcciones ha trascendido a la práctica de la ingeniería sísmica en el mundo, y constituyen elementos fundamentales para la protección de vidas humanas y para el control de riesgos causados por temblores.
Esteva Maraboto recibió los grados de ingeniero civil en la UNAM, de maestro en ingeniería por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y de doctor en la misma disciplina por esta casa de estudios. Su práctica profesional incluye diseño estructural y consultoría en proyectos especiales tanto en México como en otros países. Participó en la formulación de reglamentos de construcción y normas para diseño sísmico en nuestra nación y otras de América Latina.
Reconocimiento al Rector
En la ceremonia, el rector Enrique Graue recibió de manos del ingeniero Javier Jiménez Espriú, un reconocimiento de la AIAM por su gestión y liderazgo al frente de la Universidad Nacional.
Romy Rojas Garrido, presidenta del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, detalló que durante la gestión del rector esta casa de estudios ha obtenido significativos logros, entre ellos un notable crecimiento y ampliación de su oferta académica; además, continuó de manera exitosa las actividades durante la pandemia. “Su compromiso por mejorar la calidad de la educación se refleja en los rankings mundiales, así como en una férrea e incansable defensa de la autonomía universitaria, lo que permitirá una mejora continua en el cumplimiento de sus misiones sustantivas”.
Al acto asistieron Juan Ignacio del Cueto, director de la Facultad de Arquitectura; Luis Álvarez Icaza, secretario administrativo de la UNAM; Salvador Landeros Ayala, expresidente de la Unión Panamericana de Asociaciones de Ingenieros; y José Luis Cortés Delgado, presidente de la Unión Internacional de Arquitectos, entre otras personalidades.