Por México Político
No es un cuento de Navidad. El milagro parece muy cierto: se ha encontrado en Israel la que se considera la tumba de Salomé, la partera que trajo al mundo al Niño Jesús. Denominada como la Cueva de Salomé, es un trabajo de excavación que comenzó desde 1980 debido a saqueadores de antigüedades, y que continúa hasta el día de hoy, como parte del Camino de los Reyes de Judea.
Estas excavaciones encontraron inscripciones sobre la santa Salomé -mencionada en el Evangelio de Santiago, un relato apócrifo-, y en días previos a la Navidad, la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) anunció que las tallas en griego antiguo y árabe son “suficientes para probar que esta es la cueva de la santa Salomé”, en referencia a la ubicación en Laquis, en el centro de Israel.
De acuerdo con información del portal Artnet News, la misma entidad gubernamental está ampliando su excavación para centrarse en el complejo de tumbas conectado -de dos mil años de antigüedad- de una familia adinerada. Saar Ganor, director de IAA, aseveró que “una vez que se completen los trabajos de restauración y desarrollo, la explanada y la cueva se abrirán al público”.
Con un patio que abarca más de tres mil 700 pies cuadrados, pisos de mosaicos y entradas a las cuevas elaboradamente talladas con rosetas y granadas, se cree que la cámara funeraria se originó en la época romana antes de ser ocupada por una capilla cristiana. Es uno de los sitios de entierro privados más impresionantes descubiertos en el país, de acuerdo con la IAA.
El diseño y la distribución son prueba, agregan los arqueólogos, de que la familia responsable era extremadamente rica y capaz de invertir durante un largo periodo. “Según una tradición cristiana, Salomé era la partera de Belén, que fue llamada a participar en el nacimiento de Jesús”, señaló Zvi Firer, investigador de la IAA en un comunicado.
“La tumba familiar da fe de que sus dueños eran una familia de alto estatus en Judea Shefelah en el período del segundo templo”, de acuerdo con el comunicado de la IAA. “El culto de Salomé, santificado en el cristianismo, pertenece a un fenómeno más amplio, mediante el cual los peregrinos cristianos del siglo V encontraron y santificaron sitios judíos”.
La importancia de este sitio, desde la era bizantina hasta el periodo islámico, se demuestra por el descubrimiento de un pequeño mercado fuera de la cueva que, entre otras cosas, vendía lámparas de arcilla a los visitantes, las cuales se han encontrado por cientos en la cueva. En el interior, una capilla interior dedicada a Salomé está plagada de cruces e inscripciones escritas en griego, siriaco y árabe.
El descubrimiento también comprende un “gran patio de 350 metros cuadrados con decenas de lámparas de aceite e inscripciones, señal de la presencia de peregrinos”. Este hecho representaría que la cueva era un lugar de culto. Firer explicó que “creemos que los peregrinos venían aquí, alquilarían una lámpara de aceite, realizarían sus oraciones en el interior y seguirían su camino. Como sucede hoy en día, cuando alguien va a la tumba de un rabino venerado y enciendes una vela allí”. Cabe señalar que estas excavaciones también tienen su componente de controversia, dado que el área se encuentra fuera de los territorios ocupados de Israel y la IAA ha sido criticada por continuar su trabajo sin consultar a los palestinos locales. La excavación es parte de Judean Kings Trail, un proyecto dirigido por el gobierno que reúne importantes sitios arqueológicos que abarcan 60 millas.