Las migajas del poder

Luis Sunderland Méndez.

@LouSunderland

La Institucionalidad nacional está herida gravemente

La información se enfrenta a un principio que refuta cualquier argumento y puede mantener a los hombres en perpetua ignorancia. El de despreciar antes de investigar. Herbert Spencer.

Dentro de la gran cantidad de problemas que enfrentamos en la sociedad mexicana y que amenaza con acabar de destruir los lazos que siempre nos han unido, está el de la polarización que crece cada día más. Se puede decir que estamos divididos en dos bandos, los que están a favor de seguir apoyando en sus políticas al presidente porque por fin alguien le hizo caso y les da un apoyo económico o simplemente porque así les conviene hacerlo y los que definitivamente vemos en él a un destructor que está llevando a México al final de la década de los setenta.

También hay otros lamentablemente muchos que en términos generales están cerca del segundo grupo, pero viven inmersos en una gigantesca apatía y no acaban de comprender la gravedad del peligro que enfrentan porque su desarrollo personal y familiar, están viniéndose poco a poco abajo e incluso, podría desaparecer.

Vivimos en una tendencia dañina que se ha acrecentado. Los seguidores de López Obrador arrecian cada día con ataques verbales y escritos contra los que manifiestan su rechazo a las determinaciones gubernamentales y motivados tal vez por los pronunciamientos presidenciales que se lanzan desde el salón Tesorería todos los días, crece el descontento y la descalificación contra los que rechazamos el camino emprendido por la 4t.  El encono es más grande y de esto definitivamente el responsable principal es el presidente, porque casi todos los días comete uno de los crímenes más graves contra la sociedad mexicana, el fomento del odio entre las clases sociales dividiendo a los mexicanos entre liberales y conservadores. López Obrador nunca ha sabido ser el presidente, él no entiende que debe de ser factor de unión y no de separación entre todos sus gobernados.

Lama la atención que el pasado lunes 12 se rompió el record de asistencia al Templo del Tepeyac con más de 11 millones de visitantes en la Basílica. Sería interesante saber quiénes  entre los asistentes pertenecían al primer grupo de seguidores del inquilino de Palacio y quiénes al segundo. Lo importante es que la Fe Católica, unió a todos. De manera similar el fenómeno se presentó en el Campeonato Mundial de Futbol de Qatar durante los tres partidos que jugó la selección mexicana, en esos momentos, los mexicanos estuvieron unidos y millones lucieron la camiseta verde esperando que se obtuvieran triunfos en el balompié nacional.

Cuando hemos enfrentado terremotos o inundaciones, hemos sabido como unirnos y apoyarnos unos a otros y sin mediar ningún tipo de condición los mexicanos nos hermanamos con una facilidad impresionante y somos solidarios con los que por desgracia resultan afectados en ese tipo de calamidades. En esos momentos, no nos ponemos a pensar en diferencias políticas y todos nos echamos la mano para solventar los diferentes dramas que se viven.

En la Basílica, en el estadio y en la desgracia, somos uno y somos hermanos sin condicionar nada. No nos fijamos en lo que nos divide, sino en los que nos une, el amor a nuestra tierra, a nuestra esencia mexicana y a nuestra gente de la que somos parte con el corazón en la mano.

Ahora que muy probablemente tengamos que pasar por procesos lectivos muy complicados,  ¿No sería bueno ir restañando el tejido social explicando con tolerancia y comprensión a los que apoyan a la 4t,  porque México está muy lastimado y con argumentos  señalar errores y omisiones que nos tienen al borde del colapso?

Muchos de los que vemos a López Obrador como una amenaza para el país, no estamos entendiendo los motivos que tienen muchos de sus seguidores que sinceramente lo apoyan y lo quieren y no por eso, dejan de ser nuestros hermanos. No seamos cómplices de ese mismo delito contra la igualdad entre los mexicanos, no caigamos en el mismo error de la polarización.

Estamos viviendo tiempos muy aciagos y se van a poner peor, por eso hay que exigir a los interesados surgidos en la oposición en la precandidatura a la Presidencia que han manifestado su interés, que hagan pronunciamientos con claridad y expliquen de una manera sencilla, directa y motivante sus pretensiones para que México entre primero en ruta de recuperación y después en la de crecimiento. Que expliquen cómo el gobierno federal atenderá el terrible rezago social y como pretenden detener y después abatir al crimen organizado que nos tiene sumidos en una inseguridad nunca vista. Quiero ver que proponen para proteger a las mujeres mexicanas y a los miembros de la prensa nacional. Seguir solo señalando hierros y omisiones del Gobierno Federal no está ayudando mucho ahora. Urge empezar a plantear de una forma clara: proyectos, planes, estrategias de desarrollo.

La sociedad mexicana se cansa de tanto odio y polarización; necesitamos reconciliarnos con todos y unirnos, porque si nos esperamos al 2024, será muy difícil revertir el daño que esa administración ha hecho.