Por México Político
Por sus labores de defensa, promoción, protección y/o garantía de derechos humanos de migrantes en condiciones de vulnerabilidad, y en reconocimiento a las trayectorias y la dedicación de las personalidades e instituciones distinguidas, se entregó el Reconocimiento Alfonso García Robles 2022 que entrega la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Así, los nueve reconocimientos se entregaron a Alma Anaya, comisionada del Condado de Cook, Illinois; a Sadot Azzua, enlace de la comunidad migrante y refugiados en el Departamento de Policía de Austin, Texas; también a César Espinosa, activista proinmigrante, dreamer y fundador de Familias Inmigrantes y Estudiantes en la Lucha (FIEL), en Houston, Texas; y también el Instituto Federal de Defensoría Pública, de Ciudad de México.
Además el reconocimiento fue para el Instituto para las Mujeres en la Migración, de Ciudad de México; a Jaime Lucero, fundador de la Casa Puebla de Nueva York y de la agrupación Fuerza Migrante, de la misma ciudad; a la Organización Latina de Trans en Texas; a Raquel Rubio-Goldsmith, profesora emérita de Pima Community College y de la Universidad de Arizona, en Tucson; así como a Shalom Alaikum-Jewish Aid for Refugees, de Viena, Austria.
Leonardo Lomelí Vanegas secretario general de la Universidad Nacional, señaló que esta medalla representa “la valentía, el coraje y el esfuerzo en la defensa de los derechos humanos de un sector vulnerable de la población mundial” y convocó a la sociedad y a los distintos niveles de gobiernos a cerrar filas en la defensa y protección de las garantías individuales de los migrantes.
Es también relevante, de acuerdo con Lomelí Vargas, que la globalización además de comercial llegue más allá y garantice los derechos de las personas en tránsito, se les brinde seguridad y se reconozca su contribución en la construcción de las naciones modernas. En la ceremonia de entrega de la presea, se manifestó por que “la migración esté adecuadamente regulada y, sobre todo, que los derechos humanos de los migrantes estén plenamente garantizados”.
México ha sido nación de generación migratoria, así como de transmigración, y ahora es destino de migrantes, aunque siempre ha sido una casa de puertas abiertas de forma histórica para personas de todos los países. Hoy en día, sin embargo, el llamado es que demos el mismo trato a migrantes en nuestro territorio que el que exigimos para nuestros connacionales en otros países del mundo, y de manera destacada en Estados Unidos.
El Reconocimiento Alfonso García Robles fue instituido en 2017, y así como en la segunda parte del siglo pasado la carrera armamentista y la amenaza nuclear constituían un peligro para la humanidad, hoy se suman en su contra el desconocimiento y la negación de los derechos humanos de los migrantes como una preocupación cotidiana y lacerante, señaló Alfredo Sánchez Castañeda, abogado general de la UNAM. Y agregó que según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en 2020 había en el mundo 281 millones de migrantes internacionales, y a finales de 2021 se estimaban aproximadamente 89 millones de personas desplazadas por la fuerza, de los cuales 41 por ciento eran niñas y niños.
Raquel Rubio-Goldsmith, profesora emérita de Pima Community College y de la Universidad de Arizona, en Tucson, en nombre de quienes recibieron la distinción, señaló la necesidad de abrir las fronteras a la movilidad humana, así como se hace para el comercio, y aseveró que se necesita “otro Alfonso García Robles que traiga a las Américas la paz, la justicia y los derechos humanos de todas las personas que se mueven de un lugar a otro. En Tucson les damos las gracias por los esfuerzos que hacen todos ustedes y por el enfoque que da la UNAM al poner esto a la vista de todos”. En su momento, Netzaí Sandoval Ballesteros, director general del Instituto Federal de Defensoría Pública, donde apoyan con asesoría jurídica a migrantes, aseveró que “es un valioso y merecido reconocimiento a nuestras asesoras y asesores especializados, quienes día a día realizan su labor de defensores de derechos humanos”. Para Sandoval, debe tomarse como un precepto fundamental que migrar es un derecho humano, detrás del cual están la desigualdad, la pobreza, la discriminación, el estigma y los conflictos violentos que llevan a familias completas a huir de su lugar de origen y a ser criminalizadas, concluyó.
