José Manuel Rueda Smithers
Violar la ley y creer que no pasará nada
Ya se derritió la delgada máscara. El sórdido verdugo dictó la sentencia.
El soplete del autoritarismo incrementó su llama.
Blog de Ernesto Marrero Ramírez
Desgraciadamente para México, este sexenio le tocó un violador como presidente. Un violador de leyes, de instituciones, de normas y de tratados y de una barbaridad de cosas, que en otro tiempo eran impensables.
Para muestra un simple botón:
Apenas hace cuatro días, el jueves 24 de noviembre, al reconocer la inconstitucionalidad, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quitó prisión preventiva oficiosa a los delitos de “contrabando”, “defraudación fiscal”, sus equiparables, así como los “delitos relacionados con comprobantes fiscales” al invalidar artículos de varias normas.
Tan solo un día después, el 25, el señor López, en su mañanera, antes de su marcha de autoelogio, ordenó a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) desobedecer los mandatos de los jueces, cuando se pretenda liberar a delincuentes en un “sabadazo”.
Sin ningún empacho, sólo por el simple gusto de oírse –y peor aún- sentirse un semidiós, instruyó a los funcionarios para que contrargumenten las resoluciones de los juzgadores.
El tabasqueño pidió a la SSPC que responda por escrito a las órdenes de liberación, que ellos tienen “otros datos” sobre los cargos o procesos que se siguen contra el acusado y así evitar que salga de la cárcel.
“Ya les tengo dicho en la Secretaría de Seguridad Pública que, si se trata a todas luces de un hecho de corrupción, que aguanten, que envíen un escrito al juez, diciéndole: no puedo, porque yo tengo otros datos y ¡que se aguanten!”, soltó.
En realidad, se tenía un bien armado argumento respecto del resolutivo de la SCJN, con trabajo bien cimentado y fundamentos sólidos por parte de los ministros. Hacia uno y otro lado, que conste.
La Ministra Margarita Ríos Farjat, en una de sus intervenciones, dejó ver que estuvo a favor de quitar la prisión preventiva para los delitos de contrabando y defraudación fiscal, pero estuvo a favor de mantenerla para los delitos relacionados con comprobantes fiscales, para combatir a los factureros.
“Me pronuncio para coincidir en que la prisión preventiva, entendida como hasta la fecha, es más punitiva que cautelar. SÍ SE PUEDE INTERPRETAR DE FORMA DISTINTA”, sentenció.
Ríos Farjat añadió que la claridad y apoyo que deben tener los funcionarios judiciales no es menos importante que la reinterpretación del 19 constitucional. Deben ser parte de una verdadera reorientación del paradigma de la prisión preventiva en México.
Debe constar que ella no sabía lo que el habitante del Palacio Nacional diría unas horas después, de lo contrario, no habría sentenciado que “transitar a un nuevo paradigma de prisión preventiva oficiosa no significa pasar a uno de impunidad, ni de debilitamiento de las capacidades del Estado, ni de temor o enojo para quienes han sido víctimas”.
En fin, hoy, un día después de la marcha del deshonor, de la revancha, de lo que sea, es poco comparado con lo que un personaje pretende al manipular a los necesitados y agredir a quienes piensan distinto. Su cultura, es de imposición.
Justo como Chávez hizo en su momento en Venezuela: una política aún más impositiva en materia de lo que sociólogos y antropólogos llaman la alta cultura o cultura espiritual.
Un documento de talcualdigital.com, publicado por Analítica, menciona que hay que preguntar a la historia más reciente, lo que ha sucedido en la exURSS y sucede ahora en Rusia o lo que, a plena luz y sin secreto alguno, sucede en China, hoy día.
En materia de cultura, nada que haya existido por imposición ha logrado sobrevivir.