Por Claudia González Guillén
“Si Dios no pone remedio con su mano, esta tierra está a punto de perderse totalmente. “Juan de Zumárraga.
Imagínate que llegas a un lugar por primera vez y lo primero que logras visualizar es un cuadrado de 25 hectáreas, con una construcción de 82 metros por lado y casi 45 metros de alto, que se le atribuye a Moctezuma II, era denominado “huey teocalli” o en español Templo Mayor. Eso fue lo que vieron los españoles tras la conquista en la capital de Tenochtitlan; fue fundada en 1325 y destruida hasta los cimientos en 1521. Era el centro de la vida religiosa de los mexicas y uno de los edificios ceremoniales más importantes de la época. Equivalía al centro cosmovisión; a través de él se podía subir a los niveles celestes o bajar al inframundo.
Después de la conquista, los españoles quisieron mostrar y consolidar su poderío construyendo una iglesia donde se encontraba el Templo Mayor de Tenochtitlán en donde había un gran templo dedicado a Quetzalcóatl y otro a Huitzilopochtli. Con los planos del arquitecto español Claudio de Arciniega, inspirado en catedrales españolas, se edifica la Catedral Metropolitana. Las obras comenzaron en 1573; su interior concluyó en 1667 y en 1813 el exterior. El primer director del proyecto fue el arquitecto Martín de Sepúlveda y Juan de Zumárraga, el primer obispo de la sede episcopal de Nueva España, que se encontraba en la parte noreste de la construcción inicial.
Esta construcción es una de las obras más importantes de América, máxima de la arquitectura colonial y la muestra cumbre del barroco en el país. Debido a los 240 años que tardó su construcción está edificada con una mezcla de estilos arquitectónicos en los que participaron los principales artistas plásticos, arquitectos, escultores y pintores del virreinato. Se pueden ver estilos que van desde el gótico, pasando del barroco, algo de churrigueresco, hasta el neoclásico. Lo mismo observamos en su interior (pinturas, mobiliario interior, esculturas y ornamentos).
La Catedral Metropolitana de la Asunción de la Santísima Virgen María de los Cielos de la Ciudad de México (o simplemente Catedral Metropolitana) — pocos saben su nombre completo ¿Tú lo sabías? — es la sede de la Arquidiócesis Primada de México y se ubica en el lado norte de la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Es la catedral más grande de todo México.
Presenta cuatro fachadas en las que se abren portadas flanqueadas por columnas y estatuas. En la entrada destacan dos grandes altares, la sacristía y el coro. Existen 16 capillas cuya construcción fue patrocinada por diferentes hermandades religiosas. Están ricamente adornadas con altares, retablos, pinturas, muebles y esculturas. Hay dos torres – campanario, que contienen actualmente 35 campanas. En el coro catedralicio se encuentran dos de los órganos dieciochescos más grandes del continente.
En los niveles subterráneos de la catedral hay siglos de historia acumulados en la forma de tumbas, pirámides en ruinas o azulejos del siglo XVII. Restos del templo de Tonatiuh, el dios mexica del Sol, permanecen cerrados al público porque no hay forma de garantizar un acceso seguro al sitio.
La Catedral de la Asunción de María en México ha sido testigo de grandes acontecimientos en la historia de nuestro país: la coronación de Agustín de Iturbide como emperador de México, las tumbas de los restos de Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón, que fueron enviadas a otro sitio en 1925; el movimiento de Reforma, donde hay una separación entre la Iglesia y el Estado; la Guerra Cristera; la celebración del bicentenario de la Independencia, además de las visitas de los papas Juan Pablo II en 1975 y Francisco en 2016.
La Catedral ha sufrido hundimientos debido al terreno donde se construyó (recordemos que es suelo inestable porque está sobre el lecho de un lago), de igual manera por la sobreexplotación de los mantos acuíferos. En 1970 tuvo una peligrosa inclinación. En 1990 se hicieron trabajos de restauración, y se aprovechó para realizar algunos trabajos de restauración en su interior, con la colaboración del gobierno español.
EL INTERIOR
El altar mayor: en su historia han sido cuatro altares, el último remodelado por el arquitecto Ernesto Gómez Gallardo. El altar de los reyes. El coro: tiene dos niveles de sitiales. Órganos: ha tenido varios, el último fue restaurado entre 2008 y 2014 por Gerthard Grenzing. El Altar del Perdón: es barroco, fue realizado por el arquitecto español Jerónimo de Balbás. Cuenta la leyenda que los condenados por la Inquisición eran llevados para pedir perdón antes de su ejecución. Tiene la imagen de Jesucristo crucificado, elaborado en pasta de caña de maíz. Llegó a la Catedral en el año de 1935.
Capillas: Nuestra Señora de las Angustias de Granada, de San Isidro, de la Inmaculada Concepción, de Nuestra Señora de Guadalupe, de Nuestra Señora de la Antigua, de San Pedro, del Santo Cristo y las Reliquias, de San Felipe de Jesús, de Nuestra Señora de los Dolores, del Señor del Buen Despacho, de Nuestra Señora de la Soledad, de los Ángeles, de San José, de San Cosme y San Damián.
Sacristía: es el espacio más antiguo y cuenta con grandes cuadros de pintores novohispanos. Criptas: se encuentran restos de Juan de Zumárraga y el Cardenal Ernesto Corripio y Ahumada. Sagrario metropolitano: está al este de la Catedral. Capilla de las Ánimas: en la actualidad ahí se realizan los bautizos. Por último, su acervo musical, uno de los más grandes de América, con un poco más de 5 mil obras, del siglo XVI al XX.
Lo único lamentable es que la mayor parte de los accesos a la Catedral Metropolitana están cerrados al público en general. De las 16 capillas sólo están abiertas dos y hasta el acceso principal tiene cintas que acordonan y limitan el acceso. No puedes recorrerla de manera completa por la parte de afuera. Por ejemplo, está ahora limitada la zona donde se encuentra la estatua de Juan Pablo II, que recuerda sus visitas pastorales a México en 1979, 1990, 1999 y 2002. A lo mejor la están preparando porque anuncian pronto una remodelación que costara 154 millones de pesos.
La Catedral Metropolitana, un lugar con una historia ancestral, una riqueza cultural, el corazón de México con su mezcla social y artística, con sus mil colores y estilos, con su magia y su encanto, donde se respira paz y tranquilidad. En este espacio no caben creencias ni religiones específicas, todos son bien recibidos.