En la inauguración del 2º Foro Interamericano de Colaboración y Diálogo Interreligioso, la senadora Kenia López Rabadán consideró que en esta nueva realidad mexicana es importante reconocer el diálogo interreligioso, como una condición necesaria para la apertura de la paz en nuestra sociedad.
Al dar la bienvenida a representantes de diferentes religiones que se dieron cita en el Senado, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos mencionó que esta Cámara del Congreso es un espacio de diálogo y de colaboración en el que, a pesar de las diferencias ideológicas, se privilegia la tolerancia y el respeto.
En este sentido, destacó la importancia de este foro pues aborda uno de los derechos humanos más importantes: el derecho humano a nuestra libertad religiosa, que se refiere a la autonomía que tiene cada persona para tener o no tener, modificar o rechazar creencias de esta naturaleza.
“Así como el derecho de manifestar la adhesión a una determinada religión o en su caso a ninguna, sin ser discriminado”, indicó.
López Rabadán aceptó que el derecho mexicano reconoce la libertad de religión como un derecho fundamental, nuestro país ha evolucionado y ahora debemos asumirnos como una sociedad en la que convivimos ciudadanos que profesamos distintas religiones.
La legisladora panista opinó que los nuevos retos que se tienen que fomentar en la sociedad son el fortalecimiento de la libertad religiosa, al tiempo de impulsar la práctica de la tolerancia religiosa para avanzar en la consolidación de un sistema de derechos humanos fuerte y sólido para todas y todos
“Lo anterior nos obliga a reflexionar sobre los retos y desafíos del Estado mexicano, para garantizar el libre ejercicio de la libertad religiosa en nuestro país. El fortalecimiento de este derecho no puede pensarse sin el acompañamiento de otros dos derechos: la libertad de pensamiento y la libertad de conciencia”, precisó.
Por su parte, Jorge Eduardo Basaldúa Silva, director general de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, reconoció que México atraviesa por una situación difícil en materia de inseguridad, pero para recuperar la paz, la presente administración decidió luchar contra la violencia de manera distinta con un nuevo paradigma que está atendiendo las causas.
El funcionario reconoció que un actor social clave para recuperar la paz es la religión, por lo que manifestó el compromiso del Gobierno federal de garantizar la libertad religiosa como un derecho fundamental.
Finalmente, Basaldúa Silva aceptó que las religiones aportan a la construcción de la paz y favorecen formas de relación entre las personas signadas por la igualdad, la inclusión y una clara preocupación por quienes son víctimas de injusticias.
En el foro participaron representantes de la Fundación Conciencia internacional por la libertad religiosa, del Observatorio Internacional de Libertad Religiosa, del Centro Internacional de Estudios sobre Libertad y Religión; así como delegaciones religiosas de Argentina, Uruguay Panamá, República Dominicana, Estados Unidos, Colombia, Perú, México, Guatemala y Grecia.