Mediante talleres vivenciales -que coinciden con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS)- psicólogos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, apoyan a comunidades de la zona metropolitana para que superen situaciones de violencia, conflictos y conductas de riesgo.
Se trata del programa Bihapsi: Bienestar y Habilidades Psicosociales, en el cual participan Julieta Ma. de Lourdes García Pérez, Gerardo Reyes Hernández y Juana Alejandra Villagómez Ruiz, expertos de esta entidad académica. A partir de 1999, a través de este proyecto, se fomenta que los individuos sean funcionales, responsables, sociales y disfruten de la vida.
Hasta ahora, se han favorecido más de 15 mil personas; el plan está inscrito en los proyectos de la UNAM que contribuyen a alcanzar los ODS, con lo cual se prevé beneficiar al mayor número de individuos, enfatizaron los investigadores.
Los especialistas detallaron que el problema es que quienes no han desarrollado habilidades psicosociales están limitados para lograr su mejoría, lo que repercute en aislamiento social, manejo inadecuado del estrés, baja autoestima, conductas de riesgo y continuos conflictos en la familia, trabajo y escuela.
Creado para apoyar a estudiantes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, Bihapsi se enfoca en el progreso de las habilidades psicosociales. Los talleres están orientados en la elaboración de mapas mentales, asertividad, resiliencia, autorregulación, pensamiento racional emotivo e inteligencia emocional, entre otros temas, expuso García Pérez.
“Las habilidades psicosociales tienen dos elementos: primero todo aquello que es parte del desarrollo personal y, por otro lado, la interacción con la sociedad. Al inicio dábamos cursos y conferencias; sin embargo, encontramos que luego de unas horas o días se perdía la información, por lo que buscamos formas de trabajo que nos permitieran avanzar o ir más allá; es decir, ponerlos a hacer cosas”, aseguró la investigadora.
Los psicólogos determinaron que la mejor estrategia para que el mensaje prevaleciera en los participantes, era los talleres vivenciales, donde además los asistentes actúan.
De acuerdo con García Pérez, se busca no darles las cosas hechas, sino que las vayan conformando. Esto tiene la ventaja de que cada quien aporta elementos con base en sus experiencias y habilidades, algo enriquecedor porque todos crecemos. Nos vamos retroalimentando y a veces de ahí surgen nuevas ideas para hacer cambios.
Las personas que asisten, agregó Reyes Hernández, adquieren habilidades que les permiten sentirse mejor con ellos mismos y con quienes se relacionan; socializar adecuadamente con la familia y sus semejantes; realizar su vida personal y profesional plenamente, pues tienen mayor seguridad en cualquier proyecto que emprendan, ya sea un negocio, una relación de pareja o ser mejores padres.
El objetivo es que el individuo participe y esté de manera activa en el área a trabajar. Por ejemplo, en autoestima nos damos cuenta cómo cambia la actitud. Normalmente medimos lo que pasa antes de que cursen esta actividad y los cambios, destacó Villagómez Ruiz.
En tanto, Reyes Hernández abundó que los talleres de Bihapsi coinciden con los objetivos tres, cuatro, cinco y ocho de los ODS porque fortalecen la vida, bienestar individual y social, con lo que se logra convivencia armónica; contribuyen a la formación integral del aprendiz; incluyen respeto personal y compromiso con los demás y promueven la cultura del emprendimiento.
También impacta en la educación de calidad, la cual propicia la enseñanza inclusiva y equitativa. Otro punto es la igualdad de género, pues se fomenta la equidad, así como promover el crecimiento económico, subrayó el psicólogo.