La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, dijo que es fundamental romper los techos de cristal en todos los ámbitos, a efecto de que las mujeres alcancen las posiciones de poder que estaban vedadas para ellas.
“Nosotras, que hemos llegado a posiciones de poder, tenemos el compromiso” para que las jóvenes puedan ocupar más espacios de toma de decisiones, expresó la senadora durante el foro “Rompiendo el techo de cristal: oportunidades para niñas y mujeres”.
Refirió que, en México, a finales del 2021, más de 60 por ciento de las personas ocupadas en el mercado laboral eran hombres, y sólo 39 por ciento, mujeres. Por otro lado, precisó que, en 2019, la brecha salarial entre hombres y mujeres en el país fue de más del 18 por ciento.
Aseguró que hay un embate de la derecha, los conservadores y del sistema patriarcal en contra de la progresividad de los derechos de las mujeres, pero esa progresividad “es irrenunciable, por lo que tenemos que continuar con la lucha”.
En este sentido, dijo que un claro ejemplo de la embestida en contra de los derechos de las mujeres, es la legislación que expidió el Congreso de Nuevo León, pues trata de “echar atrás e ignorar” el principio constitucional de paridad.
“No lo podemos permitir, tenemos que presentar una acción de inconstitucionalidad, a través de los partidos políticos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y ante todas las instancias que pueden presentar esta controversia”.
Expresó que las mujeres entienden que el poder no es la capacidad de subordinar a otros, y que el liderazgo femenino comprende que es el ejercicio de la voluntad colectiva y la capacidad de hacer una diferencia en la vida de las personas.
La senadora recordó que cuando asumió el cargo como titular de la Secretaría de Gobernación, lo primero que hizo fue quitar las vallas metálicas, para abrir las puertas, así como crear el grupo interinstitucional en contra de las violencias de género de todas las instancias del Gobierno Federal.
“Decidí que la política era diálogo y no represión, tener una concepción distinta del poder de la propia Secretaría de Gobernación”. ¿Y qué me llevé?, la idea de que era muy débil, nuevamente el estereotipo de debilidad en mis decisiones, muy suave, porque quería privilegiar el diálogo, que no se reprimiera y no se tuviera una prensa con censura previa”.
En tanto, Ana Cecilia Noguez Garrido, quien obtuvo el Premio Nacional de Ciencia y Artes 2016, agregó que es necesario emprender una serie de acciones afirmativas que se enfoquen en crear espacios que garanticen igualdad y seguridad a las mujeres, en el ámbito educativo, laboral, social, o en el que ellas quieran desempeñarse.