CULTURA IMPAR
José Manuel Rueda Smithers
INFAME BORRAR LAS ESCUELAS DE TIEMPO COMPLETO
Al estudiar empiezo a saber y lo hago con una ilusión, comienzo a conocer
el mundo y su razón. En mi escuela tengo un destino seguro, tranquilo y real.
Poema Mi escuela, anónimo, publicado en Escribirte.com
Dice la historia que aquel gobierno que apuesta en contra de la educación, está condenado al fracaso. Y sin duda es así.
La 4t oficializó la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, con el muy, pero muy pobre argumento de ahorrar recursos para destinarlos a otras prioridades.
¿Qué más prioridad puede haber que educar a las siguientes generaciones y lograr un México próspero y cimentado como el que supuestamente promete este sr. López?
En palabras de Valeria Moy, quien dirige el Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO (al que por cierto no quiere naditita el sr. López), “las escuelas de tiempo completo permitían cerrar las brechas de desigualdad de oportunidades en el país. El programa no era perfecto, ninguno lo es, pero tenía potencial de cambiar la vida para muchos niños, mujeres y familias.”
Y por supuesto que eso es lo que menos busca la administración federal. Este programa, uno de los más importantes que se tenían, porque buscaba que los menores tuvieran acceso a sus derechos, además de permitir a las madres de familia, la oportunidad de desarrollarse profesionalmente.
Y eso no tiene que ver nada con neoliberalismo o ultraconservadurismo, presidente, tiene que ver con crecimiento personal. Cosa que por supuesto no conviene a sus oscuros intereses políticos de fomentar a toda costa, la corrupción que dice combatir.
¿Por qué alegar que los recursos se destinarán para dar prioridad a la infraestructura escolar y gasto en edificios? Por lógica obligación, esos programas siempre han tenido presupuesto propio.
En el anuncio formal de este inaudito hecho, la secretaria de la SEP, Delfina Gómez, explicó que se determinó la desaparición de Escuelas de Tiempo Completo -un programa con evaluaciones positivas, por si no se lo dijeron antes, Sra.- “para en su lugar, dar recursos a La Escuela es Nuestra”, proyecto que en 2020 no dejó claro el gasto de 573 mdp que le brindó el gobierno federal.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), hizo público un reporte en el que advierte la no existencia de pruebas respecto de que esos millones del programa, hayan sido gastados para mejorar la infraestructura de los planteles, objetivo principal. En pocas palabras, la mitad de los mil 187 millones de pesos del presupuesto auditado en 2020 están bajo la lupa por un gasto oscuro y mal realizado.
Y solo por defender lo hecho por Escuelas de Tiempo Completo, fueron casi 16 años los que funcionaron bien, se había crecido, enfocado sobre todo en las zonas más marginadas del país. Consiguió mejorar el rendimiento escolar, según la última revisión del Consejo Nacional de Evaluación de la Política en Desarrollo Social (Coneval), llevada a cabo en 2018.
Claro, eso al Sr. López no le conviene que se sepa, dice que quiere mucho a los más pobres, pero hace nada por ayudarles.
Y en más palabras a Valeria Moy, del IMCO.org.mx (síganlos, vale la pena lo que hacen), respecto del camino de la educación en México: “Destruir el programa de escuelas de tiempo completo es una medida regresiva con un fuerte impacto negativo en las áreas más marginadas del país. Sí, mejorarlo y corregirlo era posible, sin duda. Destruirlo no mejora las cosas y es contrario a construir un mejor México”. Cuánta razón.
Vale decir que son varios estados del país los que decidieron continuar apoyando el esquema de Escuelas de Tiempo completo. Todos, opositores a Morena, así que ya sabemos.
Desde siempre, la educación en todo el mundo mejora cada vez, de acuerdo con el crecimiento que se va ganando, pero solo cuando se quiere una sociedad justa y mejor preparada, no la que ahora entierran con una pobre manipulación de palabras vacías.
Sigan apostando a perder. No importa, la historia así se los va a cobrar.
@joserro56 @JosManuelRueda1
Muy centrada la aclaratoria paso por paso y nota por nota.