A partir del éxito que se logró en 2016, al ser el Año Internacional de las Legumbres, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió decretar al 10 de febrero como Día Mundial de las Legumbres.
Lo que la FAO busca ahora, es concienciar sobre la importancia de consumir legumbres de tres formas fundamentales que son:
- La base de una nutrición equilibrada y completa, innumerables beneficios para la salud.
- Son un alimento medioambiental sostenible porque su cultivo puede fijar nitrógeno en el suelo.
- Requieren de muy poca agua y tienen una huella de carbono mínima.
Por lo que se refiere al concepto económico, la industria mundial de legumbres, incluida la producción y el comercio de las mismas, tiene un impacto positivo en la construcción de la resiliencia de las cadenas de suministro regionales y mundiales al permitir que los consumidores accedan a mejores formas de nutrición y contribuyan al uso sostenible de los recursos naturales.
En este tiempo tan difícil, en el que los consumidores de todo el mundo se interesan cada vez más por una alimentación sana y sostenible, una buena motivación cobra importancia, como en su momento lo hicieran nuestros abuelos, y sus abuelos, y así caminando hacia atrás en el tiempo, cada generación se ha adherido (tal vez sin saberlo) para recomendar que instituciones, nutricionistas y médicos tengan presentes a las legumbres por lo menos 3 veces por semana.
Las legumbres proporcionan una fuente asequible de proteínas para muchas personas de las zonas rurales del mundo, que pueden tener un acceso limitado a dietas diversas. Solo por dar un ejemplo, los frijoles son ricos en nutrientes, y brindan grandes cantidades de vitaminas y minerales importantes para una buena salud, contribuyendo así a una mejor nutrición.