La falta de capacidad de Carlos Joaquín y su equipo de trabajo tienen a Quintana Roo contra las cuerdas, ya que atraviesa una crisis económica y de salud, a causa del manejo de la contingencia sanitaria por el Coronavirus.
Este fin de semana, el medio especializado en turismo, Reportur, informa que mientras autoridades sanitarias señalan que la mitad del país ya ha pasado al semáforo amarillo y próximamente ciudades como la capital del país pasarán a color verde, la entidad caribeña es la única en color naranja con riesgo de pasar a rojo.
Ante ello, es cada vez mayor el número de empresarios del sector restaurantero, hoteleros y comerciantes impacientes y molestos contra el Gobierno de Quintana Roo que por un lado es exigente con estos giros comerciales mientras se muestra condescendiente con centros nocturnos y establecimientos que operan más allá del aforo permitido, realizan fiestas clandestinas al tope de gente sin ninguna medida de protección.
Prueba de ello es lo ocurrido en el municipio de Tulum donde son el pan de cada día las fiestas en la zona hotelera, áreas residenciales y cenotes.
Este municipio gobernado por el partido afín al jefe del ejecutivo estatal, concentra el mayor aumento de contagios en todo el estado, 68%. El repunte del virus en este punto de la zona norte de la entidad puede ser el responsable de regresar al color rojo, afectando a los demás municipios, como Solidaridad, donde el nivel de contagio es mucho menor ya que aquí si se están tomando en serio las medidas sanitarias.
Empresarios de Playa del Carmen, se encuentran nerviosos y molestos ante esta situación porque están conscientes que retroceder al semáforo rojo pone en riesgo de cierre sus negocios y la pérdida de miles de empleos que quizá no se podrán recuperar ya que no soportarán otro confinamiento.